Actualmente Thom Latimer es reconocido como una de las estrellas de la NWA. Miembro de la facción Strictly Business que lidera Nick Aldis, el Campeón Mundial de Peso Completo NWA, que también fue Campeón Mundial de Parejas de la misma compañía cuando entró a ella en 2019. No tuvo apenas acción luchística durante 2020 pero desde que hizo su regreso en marzo de este 2021 está recuperando el tiempo perdido. No tiene una mala carrera a sus 35 años pero nunca sabremos qué hubiera sido de él de haber aprovechado las oportunidades que tuvo en la WWE.
► Thom Latimer recuerda su paso por la WWE
Bajo el nombre de Kenneth Cameron luchó para la empresa McMahon de 2010 a 2012. Fue uno de los miembros originales de The Ascension. Pero sus problemas personales provocaron que su contrato fuera rescindido y nunca volviera a hablarse de su regreso. Problemas personales que también lo llevaron a finalizar su matrimonio con Charlotte Flair. Pero dejando a un lado su vida íntima, Thom Latimer no ha tenido la carrera que podría haber tenido como Superestrella debido a sus malas decisiones, como reconoce en una entrevista con Two Man Power Trip of Wrestling.
“En los últimos 10 años, me dieron la pelota y la tiré. Tuve un buen empuje en la WWE, estaba borracho y lo arruiné. Era Campeón de Parejas NXT y lo arruiné. Se suponía que íbamos a ascender aparentemente a las marcas principales después de The Shield, y lo arruiné».
► Thom Latimer arruinó todas sus oportunidades
Pero lo cierto es que no solo arruinó su paso por la WWE sino también por todas las compañías que pasó después.
«Luego fui a Impact. Me empujan, me usan bien, pero no me importa. Estaba borracho. Fui un idiota y lo arruiné. Me enviaron para una gira de 2 semanas con (Pro Wrestling) NOAH, y Japón debería haber sido un lugar donde prosperar, donde podría haberlo hecho realmente bien y haber encajado. Me emborraché, lo arruiné y me echaron de la gira.
«Fue una cosa tras otra, tras otra, detenciones, y esto y aquello. Siempre me han puesto en posiciones para tener éxito, pero simplemente no me importaba o me estaba auto-saboteando. Ahora que estoy sobrio, cumpliendo 35 años, desearía tener la misma mentalidad que tengo ahora hace 10 años. Porque mi vida hubiera sido diferente si hubiera tenido un cerebro adulto y sensato en mi cabeza, lo cual no tenía.
«En este momento, a mis 35 años, quiero la responsabilidad. Quiero la pelota. Quiero correr con la pelota. Antes la pateaba, no la quería, no me importaba. Ahora sí que me importa. Y es una pena que haya tardado 10 años en llegar a este momento«.
