El primer rival que tuvo The Rock en la lucha libre profesional fue su padre, Rocky Johnson, pues no quería que su hijo tomara ese camino en el que él triunfó. Es comprensible, cada luchador ama completamente las cuerdas pues de lo contrario no dedicarían toda su vida a ellas con todo lo que ello supone en cuanto a arriesgar tu vida cada vez que entras al cuadrilátero, las menores o mayores lesiones, estar continuamente alejado de tu familia… Pero «The Great One» sentía ese amor. Y no lo ha perdido.
► The Rock y su padre, Rocky Johnson
Durante una reciente entrevista con Artist Friendly, The Rock hablaba de la relación con su padre recordando aquella discusión:
«Había esta dinámica de un joven hijo siguiendo los pasos de su padre en el negocio, ¿cómo le irá? Le dije: ‘Creo que quiero hacer esto. Creo que tengo algo de talento. No lo sé. Tal vez sea malo, pero siento que tengo pasión por esto’. Él estaba completamente en contra de que me metiera en la lucha libre profesional. Me dijo: ‘No sabes si tienes algo que ofrecer. No quiero que vivas así. Yo vivo en un apartamento en Tampa, Florida, que no puedo pagar, por $500 al mes. No quiero eso para ti’. Tuvimos desacuerdos. En ese momento, no tenía las herramientas emocionales para darme cuenta de que ‘Eso es amor, papá. Gracias, te quiero. Aún así, tengo que seguir mi propio camino’. No las tenía. Pensaba: ‘¿Qué demonios estás diciendo? Es mi vida’. Solo tuvimos desacuerdos durante mucho tiempo. Ojalá nos hubiéramos reconciliado.
«Tuvimos una gran pelea en Navidad de 2019. Fue horrible, una de las peleas más grandes que tuvimos por alguna tontería. Un mes después, él falleció. No estábamos hablando. Cuando mi padre falleció, sentí que, todas las tonterías por las que discutíamos, ya no importaban».
