Taylor es la campeona unificada por las cuatro organizaciones más importante del orbe.
En tanto Taylor subió a defender los cintos de la AMB, FIB y OMB, en tanto Delfine Persoon defendió el cinturón del CMB.
Taylor está acostumbrada a ser quien suba a aplastar a su rivales, a hacerlas sufrir y dejarlas fuera de combate, sin embargo, no le funcionó la técnica en este combate, por a personalidad de pelea de Persoon.
Persoon tiene una capacidad impresionante de mantener un tren de golpeo impresionante, abundante y consistente.
Taylor se dio cuenta de que esa no era la estrategia a seguir y le cambió los papeles, al hacer un combate más elusivo y certero.
¿En qué sentido?
Que empezó a buscar más el cambio de ángulo. Taylor empezó a pelear en retroceso pero no a manera de huida, sino que buscó (y encontró la manera) de poner a Persoon a modo para luego cambiarle el rumbo del desplazamiento, y entonces colocarla a modo para aplicar sus combinaciones.
Eso le fue muy provechoso a Taylor, porque sacó de su idea de combate a Persoon y comenzó a colocar mejores golpes de poder, más precisos y en mayor número, además de que hizo fallar a Persoon.
Porque Pesróon empezó a perder puntería, no le sirvió de mucho lanzar tantos golpes porque Taylor la hizo fallar.
A destacar, a Taylor le sucedió lo que nunca, salió con la cara hinchada. Persoon también acabó con la cara abotagada y sangrante. Dieron un gran espectáculo y se entregaron a fondo.
Los jueces determinaron que Taylor es la campeona unificada de peso ligero, aunque no todos. Un juez dio empate. Los otros dos sí la vieron ganar. Persoon se bajó enojada del ring porque se sintió robada.
Sin embargo, en una noche histórica en el boxeo, Katie obtuvo su logro personal: ser la tercera campeona unificada de la historia (tras Cecilia Braekhus y Claressa Shields).