Un mexicano trató de convertirse en campeón la última noche del año (en Japón). Moisés Fuentes fue a Japón a enfrentar a Kosei Tanaka para tratar de capturar el cinto de peso mini mosca de la Organización Mundial de Boxeo.
Título vacante debido a que el ex campeón de la división Donnie Nietes, subió a la categoría de peso mosca.
Pues bien, Moisés subió al ring con la intención de capturar un último cinto para México antes de terminar el año. Sin embargo, Kosei tenía otros planes.
El inicio de la contienda fue un poco de estudio, con ritmo pero poco explosivo. En tanto Fuentes fue más incisivo, con muchas ganas de ir al frente y golpear, la idea de Tanaka fue más ir al contragolpe y esperar a aprovechar el espacio y el error del mexicano para poder atacar.
Fue entonces que cambió el ritmo de la pelea. Fue un poco más rápida, con más golpes y más movimiento a lo largo del ring.
También fue el momento en que Tanaka lanzó muchas combinaciones, pero no fue la cantidad de golpes sino la precisión con la que conectó al mexicano en cada uno de sus ataques.
Fuentes no supo cómo aprovechar su mayor alcance de brazos y permitió que Tanaka se le metiera a la guardia. Aunque le lanzó varios buenos volados, no lastimó de consideración al japonés.
Moisés buscó la manera de acercarse a Tanaka, de lastimarlo, de llevarlo contra las cuerdas, pero el japonés no permitió que Fuentes lo acorralara y salió con pasos laterales cada vez que se encontraba en peligro.
Luego Tanaka encontró la inconsistencia en el plan de Moisés y desde afuera empezó a abrirle la guardia a golpes y a llevarlo contra las cuerdas.
Fuentes se vio rebasado por la cantidad de golpes que le envió Tanaka y que además ya le habían hecho sangrar la cara.
Luego se fue a la lona y el réferi terminó el combate.
Tanaka se convirtió en el campeón mini mosca de la Organización Mundial de Boxeo.