Hace algunas semanas nos topamos con el «final de una era» donde los protagonistas eran tres legendarios personajes del negocio en WWE. Cada uno era catalogado según lo que habían mostrado sus personajes en su estancia como luchadores activos. La oscuridad había sido representada por décadas por The Undertaker y aún la representa con ese toque tétrico en su entrada. La fuerza brutal de un Heel que hizo historia en el negocio, catalogado uno de los enigmas de las épocas pasadas, era «el tiempo del juego» y mostrado como una increíble masa de cuerpo descomunal que aplastaba a los otros luchadores con gran magnitud de poder, Triple H es ese señor. Pero ante estos dos luchadores de estirpe legendaria se encontraba otro gran competidor y sobre todo legendario. Catalogado como el carisma en la empresa, movía masas como muy pocos, disfrutaba de sus luchas y batallas como nadie, pero sobre todo entregaba el corazón en cada centímetro de movimiento, estoy hablando de Shawn Michaels. Estos tres hombres marcaron una era y yo los recordé un poco en las pasadas retrospecciones, si por alguna razón ilógica te los perdiste puedes visualizar aquí.

En una nueva etapa de «SuperRetrospección» y con escasez del segmento por motivos personales, ahora también nos meteremos en la evaluación de un luchador profesional, o más bien lo que sus carreras han evolucionado.

Hace un tiempo escuché a CM Punk diciéndole a John Cena: