Sulem Urbina triunfó en Culiacán para anotarse su octavo triunfo a nivel profesional y mostrando grandes avances.
Luego de sufrir un corte en mayo, mostró cómo subir más la guardia a la cara y regresar con rapidez para defender el cuerpo.
En esta ocasión se le vio más activa al choque, demostrando que también se sabe fajar, no sólo usar su largo de brazos.
Ante Ángela Nolazco mostró que se puede meter a la distancia corta para hacer daño a sus rivales.
Y es que Nolazco era mucho más bajita que Sulem, así que la de Sonora adecuó su estilo para no cederle espacio a Ángela.
Así pues, Sulem mandaba combinaciones rápidas. Al inicio de de la pelea mandaba de dos golpes.
Conforme vio que Nolazco la conectaba, subió a tres o cuatro golpes por combinación.
Esto le permitió sumar puntos y desbalancear a su rival, porque Nolazco empezó a bajar su volumen de golpeo.
Uno, cuando mucho dos golpes por choque. O cuando se animaba a mandar tres, fallaba dos.
En tanto se fue asentando este ritmo de pelea, Sulem se fue sintiendo más cómoda, sin bajar el ritmo.
Nolazco fue quien buscó variantes de ataque para tratar de vencer, porque pasado el segundo round, Sulem ya dominaba el combate.
Pero fue al final del combate donde se puso ruda la cuestión.
Nolazco sabía que para ganar debía noquear y entonces salió a repartir golpes a dos manos.
Pero Sulem no se quiso dejar ganar ni un sólo round, por lo que le respondió al golpe por golpe.
Adiós guardia, puro giro de piernas y cintura para soltar metralla en los dos últimos minutos de combate.
Ninguna dio espacio para respirar, ni bajó las manos para no perder el ritmo de la acción a riesgo de caer noqueadas.
Finalizó el round, la contienda y ambas se dieron un abrazo y esperaron a escuchar la decisión de los jueces.
Sulem Urbina triunfó por decisión unánime y llegó a una marca de 8 a 0 en el terreno profesional.