Han pasado dos años y medio desde que Stipe Miocic luchó por última vez dentro del octágono y si nunca hubiera vuelto a competir, para muchos observadores, sería el mejor peso pesado de la UFC de todos los tiempos.
Pero la forma en que terminó su última pelea – doblado por un golpe de Francis Ngannou para perder su título en marzo de 2021 – no fue la mejor manera de terminar una carrera de Salón de la Fama.
Y así, Miocic (20-4 MMA, 14-4 UFC) está regresando, y su regreso está en el horizonte en UFC 295, donde desafiará al campeón de peso pesado Jon Jones (27-1 MMA, 21-1 UFC) en el cabeza de cartel de la noche en el Madison Square Garden de Nueva York. Para un hombre que ha participado en muchos grandes combates, éste es el más importante de la carrera de Miocic.
A sus 41 años, no tenía que volver para consolidar su legado. Teniendo en cuenta que se trata de su ausencia más prolongada a estas alturas de su carrera, ¿por qué volver ahora?
«Hay muchas razones», dijo Miocic a MMA Junkie Radio. «Primero, quiero pelear contra los mejores. Soy un competidor. Me encanta competir y me encanta pelear. Todavía me divierto.
«Dos, mi última pelea no fue tan bien como yo quería. Estoy listo para recuperarme y conseguir esa victoria«.
Jones, también ex bicampeón del semicompleto de los pesos pesados, no tiene realmente una derrota en su historial durante su ilustre carrera de 15 años contra un quién es quién de oponentes. Jones hizo que las cosas parecieran fáciles en su debut en el peso pesado el pasado mes de marzo, cuando sometió a Ciryl Gane en dos minutos para reclamar el título dejado vacante por Ngannou.
Si Miocic consigue dar la campanada (tiene una desventaja de 3 a 1), tal vez se convierta en el indiscutible GOAT de los pesos pesados.