Una vez concluido TLC: Tables, Ladders & Chairs (2016), y ya con Royal Rumble (2016) en el horizonte como próxima gran cita, el camino a WrestleMania 33 dará comienzo en breve para llevarnos hasta Orlando el 2 de abril de 2017. Y este año, WWE promete tirar la casa por la ventana en ese recorrido, recuperando, por ejemplo, la Cámara de Eliminación para febrero. Vince McMahon querrá ofrecernos con seguridad algo bastante mejor que la pasada edición de «La Vitrina de los Inmortales», probablemente la peor de la última década.
Es cierto que, pese al mal bookeo del cartel, las ausencias por lesión pudieron hacer mella. Se dice que uno de los combates previstos para estelarizar la noche era el esperado The Undertaker vs. John Cena, pero un severo contratiempo de este último truncó los planes. Y también otro nombre, aún más importante, sonó con fuerza hasta el último minuto como rival del «Deadman»: Sting, quien pareció poner punto y final a las especulaciones sobre su futuro anunciando su retirada oficial de la lucha libre durante la ceremonia de inducción al Salón de la Fama 2016.
Sin embargo, «The Icon» no ha cejado en su empeño de aclarar que podría regresar para una última lucha contra Taker, negando que su cuello se hubiera sometido a cirugía alguna. Una espinita clavada ante una trayectoria en WWE que no hizo justicia a su nombre, con dos derrotas ante Triple H (WM 31) y Seth Rollins (Night of Champions 2015) que dejaron un mal sabor de boca a los seguidores. De ahí que el luchador lleve repitiendo esta cantinela durante los últimos meses.
En una aparición el pasado viernes en la Unioto High School de Chillichote, Ohio, uno de las redactores de la web ScreenGeek.net volvió a dirigirse a Sting para referirle sobre este tema. De nuevo, la pregunta estrella: ¿Hay planes para regresar a WWE y disputar un último combate?
«En este momento, no lo sé».
Como ya sabemos, los médicos de la empresa no permitirán que esto suceda, ante el riesgo que puede suponer el regreso de un luchador de 57 años con estenosis espinal cervical. Un combate contra Taker sería seguro en términos físicos (Calaway tampoco está ya para muchos trotes), pero ¿con qué coste? ¿De verdad querríamos ver un duelo tan pobre que pudiera empañar su legado? O lo que es más grave, ¿que pudiera causarle una lesión mortal? Debemos apludir el coraje de Steve Borden, pero es casi imposible que volvamos a verlo sobre un ring. Al menos no en uno de WWE.