Durante años, Sting se rehusó a firmar con WWE, en especial por sus creencias cristianas, pues durante los primeros años del siglo, los ratings de la empresa se desplomaron, recontrataron a Vince Russo creyendo que el regreso al estilo “Shock TV” de la era Attitude haría que los aficionados volvieran a sintonizar la programación de WWE. Así, la pantalla se llenó de historias de pésimo gusto y ángulos que rayaban en lo para adultosgráfico. Sting no quería formar parte de eso.
En años recientes, sin embargo, WWE decidió limpiar su imagen y hacer su producto más adecuado para las familias, lo cual fue la mejor elección. Así, Sting pudo considerar firmar con WWE, aunque en los últimos cinco años no lo hizo por lealtad a TNA. Sólo se atrevió a dar el paso cuando su carrera llegaba a su fin.
La agencia AP publicó un artículo sobre WrestleMania, y en él, aparecen algunas interesantes declaraciones de Sting:
Era ahora o nunca, de eso se trató. En retrospectiva, después de haberme codeado con WWE en sus diversos departamentos, me sentí como ‘¡Wow, viejo! ¡Debí haber hecho esto desde hace mucho tiempo!’.
Quizá estuve equivocado todos esos años, pero ha sido una gran experiencia para mí, y estoy contento de estar aquí»
Aunque Sting buscaba que su lucha en WrestleMania fuera con The Undertaker —la llamó su “big dream match”—Triple H decidió ser él quien le diera la bienvenida. Aunque muchos esperan que quizá Sting pueda luchar con Undertaker en WrestleMania 32, el icono de WCW no está tan seguro.
Siento que ésta, probablemente, va a ser mi última lucha. Ya veremos cómo reaccionan todos. Si me piden que haga una más en Survivor Series o quizá hasta en el WrestleMania del próximo año, hasta ese momento lo consideraría. Pero siendo realistas, ésta será mi última lucha”.