Seis cosas que nos enseñó Hell in a Cell 2014

El día de ayer se celebró Hell in a Cell 2014, y nos trajo muchas enseñanzas, pues en medio de las polémicas, dimes y diretes, tanto se confirmaron como se desmintieron rumores. Aquí hay una lista de seis cosas que nos enseñó el evento:

→ Cuida bien lo que dices

Cesaro en WrestleMania XXX

Cuando se anunció que Cesaro enfrentaría a Dolph Ziggler por el Campeonato Intercontinental WWE, se auguraba una buena lucha… Pero cuando se estableció que sería a dos de tres caídas, de inmediato se pensó que sería una candidata para lucha del año. Ziggler y Cesaro son dos de los más talentosos gladiadores de la compañía, y sin duda el encuentro era bueno para cerrar el segundo acto del evento –quizá en el puesto que ocupó el choque entre Big Show y Rusev—. Sin embargo, la semana pasada Cesaro emitió unas declaraciones polémicas, donde no sólo denostó a John Cena y Randy Orton, sino que dejó ver sus elevadas opiniones sobre él mismo. ¿El resultado? Cesaro y Ziggler fueron degradados a la primera lucha del PPV (sólo precedida por el dark match de medio minuto entre Mark Henry y Bo Dallas). El encuentro, sin embargo, resultó ser muy bueno, aunque no lo que se esperaba. Por si fuera poco, Cesaro perdió en dos caídas al hilo, siendo finalizado por una enredadera en la primera ronda, y por un excelente combo de palanca de Markus, quebradora de brazo, patada a la barbilla y Zig Zag.

 

→ AJ Lee y Paige son muy talentosas, pero es tiempo de terminar esa rivalidad

AJ Lee y Paige
AJ Lee y Paige

AJ Lee y Paige llevan cuatro luchas seguidas en PPV. En total, y sin contar las veces que se han enfrentado en las funciones no televisadas, tenemos esto:

El score es de 4 a 2. Esperemos que ya dejen esa rivalidad por la paz.

 

→ El vacío creativo ha sido muy profundo

Rusev vs. Big Show

Si bien Hell in a Cell presentaba combates sumamente atractivos (Cesaro vs. Ziggler; Ambrose vs. Rollins), el resto del cartel pareció armado sobre las rodillas. WWE siempre se ha mantenido a la vanguardia al saber llevar historias en cada rivalidad, pero esta vez las historias ya habían sido vistas. No sólo con AJ Lee y Paige, sino también con Goldust y los Usos, pues ya se habían enfrentado en Night of Champions. Big Show vs. Rusev es una gran idea tanto en papel como en la práctica, pero hubiera sido mejor llegar a esta lucha sin que antes tuvieran dos manos a mano: Uno en Smackdown! y otro en RAW. Y por supuesto, ¿qué se puede decir de John Cena vs. Randy Orton? Eso nos lleva al siguiente punto:

 

→ John Cena y Randy Orton ya son unos veteranos

John Cena vs. Randy Orton
John Cena vs. Randy Orton

Cena y Orton ya están en el punto donde se les puede llamar veteranos. Aunque sigan teniendo calibre de estelaristas, está cerca el momento en el que deben abrir paso a las nuevas generaciones. Ponerlos en la celda infernal no fue una buena idea, pues aunque sus estilos se acoplan y siempre suelen dar grandes encuentros, era obvio que no iban a arriesgar el pellejo como Dean Ambrose y Seth Rollins, dos jóvenes con hambre de fama que no tienen más opción que robarse el show si quieren ser los relevistas de Cena y Orton. Esto pronto se verá reflejado en los aficionados, quienes también están en proceso de salto generacional. Hoy muchos recuerdan a la era Attitude con un cariño muy especial, pero muchos en realidad no vivieron esos días donde los programas de RAW eran francamente de mal gusto. A finales de los noventa, muchos recordaban con cariño la era de la Hulkamania, sin pensar que dicha era fue una versión caricaturizada de la lucha libre. Falta poco para que haya quien recuerde con cariño la era de John Cena. “¡Esos sí eran luchadores!”, dirán.

Por cierto, de la era de Cena queda algo hoy en desuso: Tanto él como Randy Orton emplean sus nombres verdaderos. Bajo el reinado de Triple H, los nuevos luchadores reciben nombres que parecen sacados al azar de una tómbola. Si John Cena fuera un novato iniciándose hoy en NXT, seguramente le pondrían “Sigmund Horace” o “Joshua Dickrickson” o algo así.

 

Damien Sandow va a necesitar un psicólogo

Sheamus, The Miz y Damien Mizdow
Sheamus, The Miz y Damien Mizdow

The Miz nunca ha sido un luchador excepcional. Sabe usar el micrófono, pero no ha podido limitar el nivel de animadversión que genera su personaje, pues en lugar de provocar hostilidad hacia él, provoca antipatía. Hoy parece increíble que haya sido programado en una estelar de WrestleMania. ¿Cómo podía empeorar esto? Poniéndole de patiño a Damien Sandow, un gladiador con limitantes, pero mayor talento luchístico que The Miz. El personaje de Sandow era bueno. Su etapa con Cody Rhodes fue buena. Pero luego ganó el Money in the Bank y los creativos perdieron el rumbo. Ahora es un copycat, una especie de imitador; o como dijo ayer Michael Cole, un “Monkey see, monkey do”. En el pasado han habido varios luchadores que imitan a otros, pero luchando, como Damián 666 en FMW, que se “convertía” en Hulk Hogan, Tenryu, Riki Choshu o Jinsei para ejecutar los castigos de estos. Y era genial.

Pero Damien Sandow da pena ajena.

Sandow tiene buena labia, sabe usar el micrófono y su vocabulario es extenso. Pero no tiene entrenamiento de mimo, y tiene que pasarse el tiempo viendo de reojo a The Miz para imitar sus gestos. The Miz podría tener un lenguaje de señas con Sandow para avisarle con anticipación qué movimiento hará y se viera cierta coordinación. Pero no lo hace. En el segmento de Mizdow TV pudieron aprenderse ambos el diálogo para que se vieran coordinadas sus bocas y no se notara tanto que Sandow la estaba pasando terrible.

El daño que The Miz le ha hecho a la carrera de Sandow podría ser irreparable.

 

La programación ya no se planea con miras al futuro

Brock Lesnar y Paul Heyman con el nuevo WWE World Heavyweight Championship - instagram com wwe

Leyendo los libros autobiográficos de varios veteranos de WWE, como el de Superstar Billy Graham o el de Bret Hart, uno puede darse cuenta con cuánta anticipación se realizaban los planes. Eran años por delante en el caso de Vince McMahon Sr., o al menos un año en el caso de Vince McMahon Jr. En años recientes, las metas se fijaban dos veces al año: SummerSlam a WrestleMania y WrestleMania a SummerSlam. Pero ahora que Triple H toma muchas de las decisiones y ha quitado de la jugada a veteranos que ayudaban en la parte creativa, ya no hay planes a largo plazo. El cartel de Hell in a Cell se fue armando durante el pasado mes. Un día después de Night of Champions no decidían si llevar a cabo la lucha Cena-Lesnar en la celda infernal. Finalmente decidieron hacer dos luchas en jaula. En la de Cena-Orton se definió al próximo retador de Brock Lesnar, pero el choque Cena-Lesnar IV se ve menos atractivo de lo que sería Lesnar-Orton I. Por el lado de Ambrose-Rollins, el ritmo que llevaban fue cortado de tajo por la intervención de Bray Wyatt, la cual fue una salida fácil para que ninguno de los dos se viera mal al perder limpiamente, pero la verdad es que resultó ser algo negativo. Una lucha altamente impactante terminó convirtiéndose en una estelar más de RAW.

LA LUCHA SIGUE...
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