Luego de la pelea de Maximino Flores y Gilberto Parra, que se quedó sin decisión, llegó el turno de Jonathan Sánchez y de Jesús Limones. Una pelea de peso mini mosca de 4 rounds que se presentó como antesala del combate de David Sánchez y Alberto Rosas.
Mientras Sánchez salió propositivo con la pelea puesta hacia adelante, Limones se colocó al contragolpe para esperar el agujero preciso para colocar un golpe certero. Sin embargo, sin mostrar una mega defensa (ya que a Sánchez le falta largo camino por recorrer) Jonathan hizo que Jesús quedara expuesto y limitado. Sánchez llevó a Limones contra las cuerdas y lo castigó a punta de derechas para intentar hacerlo desistir del combate. Sin embargo, Limones absorbió todo.
En el tercer episodio, Limones bajó la intensidad y prácticamente se quedó estático, sin idea de ataque ya que la movilidad fue puesta toda por parte de Sánchez. Sánchez peleó en corto todo el combate para conectar de manera certera a su rival, si darle espacio de acción. Si Limones se hubiera propuesto pelear a la larga distancia, pudo haber recibido menos castigo y además, habría tenido espacio para conectar sus ataque de manera óptima, pero no lo hizo. O no pudo. Sin embargo, dio muestra de condición porque soportó todo lo que le mandaron.
El cuarto episodio fue más lento en un principio, pues era ya un combate ganado para Sánchez, porque Limones no parecía tener idea o poder para conectar a Sánchez con un nocáut. Fue entonces cuando un descuido en la guardia de Limones permitió a Sánchez entrar con fuertes combinaciones a la cara de su contrincante. Al ver que no recibía respuesta de Jesús, Jonathan le tundió más fuerte en la búsqueda del nocáut. Fue entonces cuando un volado de zurda puso a Limones a modo, luego un upper de derecha lo dejó en la lona.
Nocáut efectivo para Jonathan Sánchez, quien ahora registra 12 victorias por una derrota.