Yazmín Rivas recién apareció con su nueva promotora, Zanfer, en una defensa de título mundial y en la ciudad de Tijuana.
La rival fue la estadounidense Celina Salazar, que por tercera vez peleó fuera de Estados Unidos.
Rivas fue incisiva desde el principio pero Salazar también le lanzó muchos buenos impactos que la «Rusita» absorbió con fuerza. La cosa fue que por la expresión de Rivas, no se esperaba que Salazar la recibiera así. Así que buscó la distancia para poder acomodar sus propios golpes. Pero Salazar estaba empeñada en ir al frente sin importarle que la «Rusita» la impactara porque pudo encontrar la forma de lastimarla.
De pronto el movimiento de cintura de Rivas no era suficiente y recibía todo el ataque de Salazar.
Desde la esquina le pidieron a Yazmín que usara el jab para sacarse de encima a Celina, porque la estadounidense estaba siendo muy agresiva y con buena puntería.
Fue entonces cuando la «Rusita» puso distancia de por medio para encontrar un hueco en la defensa de Salazar y capitalizarla. Pero en ese momento, a la altura del tercer round, Salazar estaba en su mejor momento y mantuvo a Rivas en jaque. Los volados y jabs le entraron a la «Rusita» y la mexicana no podía concretar el gancho de izquierda.
Una vez pasado el cuarto episodio, cuando Rivas pudo ejecutar al 100% las instrucciones de su esquina, logró sacarle ventaja a Salazar. Contrarrestó sus embates con jab y con movimiento de cintura, con lo cual abría un hueco para conectar ganchos de zurda en la zona blanda de Celina. Sólo así pudo sacarse de encima y mermar sus energías.
En la cara de Salazar se notaba que los impactos la estaban desgastando y que el ataque tan pronunciado que había lazado hasta el momento no sería igual. Siguió peleando frontal pero ya no con la misma intensidad y exactitud como lo quería.
Entonces Rivas supo que era el momento de soltarle todas las bombas que pudiera tener en los puños. Así que mantuvo sus golpes al cuerpo con a mano izquierda para hacer que Salazar se doblara. Casi le funciona en el round 7 cuando Celina se agachó por un gancho al hígado. No cayó, lo tocó la lona con los guantes, sólo se puso en cuclillas. Yazmín se alejó, el réferi se puso en medio de ambas peleadoras pero no decretó caída.
Ya para el octavo, se le acabó el gas a Salazar y pegaba sin puntería y con menos frecuencia.
La recta final del combate no varió.
Salazar vendió cara la derrota pero derrota al fin. Rivas salió victoriosa por decisión unánime y se perfila a un choque inminente contra Jackie Nava