La última vez que vimos a la «Rusita» Yazmín Rivas, fue en la derrota por nocaut técnico ante Catherine Phiri. La mexicana sufrió un corte en la cara que el réferi y el médico determinaron peligrosa y detuvieron el combate.
Se fueron a las tarjetas acumuladas hasta el sexto round y se determinó que la ganadora fue Phiri por decisión mayoritaria.
En esta ocasión, Rivas enfrentaría a la venezolana Ana Lozano, por el cinturón de peso gallo en calidad de interino.
Pues bien, a la hora de subir al ring, Rivas se subió con buen ritmo y con muchos golpes para tratar de recuperar el estatus de campeona que tenía.
Pero Lozano también tenía ganas de ganar y no retrocedió al ataque, que aunque era desordenado, buscó sacarle la victoria a Rivas por cualquier vía.
Sin embargo, el mejor ataque de Rivas puso difícil la situación de Lozano, quien prefirió el ataque a lo lejos para tratar de lastimar desde ahí a la mexicana, porque Yazmín sacaba mejores resultados del golpe por golpe.
Así pasaron un par de rounds hasta que Lozano impactó a Rivas con la cabeza. La venezolana provocó un corte en la ceja de Yazmín (no intencional). Fue un tajo muy grande, dado que por eso se terminó el combate.
Rivas no estaba contenta con el resultado y le reclamó al réferi, ella estaba muy segura de querer seguir en la pelea, pero su herida era grave, de modo que no hubo forma de que la pelea continuara.
La pelea fue declarada empate técnico, aunque por reglas, debió declararse «no contest». El cinto se quedó sin dueña y la «Rusita» nuevamente se queda a la orilla de una pelea por una desafortunada lesión.