Pedro «Roca» Campa peleó en Guaymas, Sonora, contra el contendiente Juan Rodríguez en un combate de 10 rounds dentro del peso welter.
Campa marcha con un récord invicto que le ha permitido posicionarse dentro del boxeo mexicano y que da esperanza de que pueda convertirse en un personaje importante. Su pegada es contundente, sin embargo, milita en una división de peso en la que los campeones reinantes y los retadores son verdaderos tiburones.
Juan Rodríguez por su parte es un hombre mucho más experimentado que Campa y a diferencia de la «Roca», el «Mozo» sí ha tenido peleas de campeonato (interino) y ha enfrentado a monarcas mundiales.
Pues bien, el inicio del combate estuvo cargado del lado de Campa que hizo gala de sus dos características boxísticas dominantes: su pegada y su movimiento de cintura.
Y justo la pegada de Campa agarró en curva a Rodríguez quien absorbió los primeros impactos sin meter las manos. Sin embargo, de manera gradual aprendió a soportar y contestar el golpe por golpe. Es decir, si no podía esquivar, de menos debía responder para hacer su trabajo y anotarse puntos en las tarjetas.
Campa peca a veces de confianza en su bending porque de repente olvidaba cautear para sacarse los golpes y entonces los absorbía de manera innecesaria. Innecesaria porque de haber dado un pequeño paso para atrás pudo haberse quitado muchos más golpes.
Eso sí, con las manos fue más veloz y preciso para que sus golpes fueran más significativos a la hora de calificar.
Poco a poco ambos peleadores le bajaron la intensidad a la contienda porque iniciaron muy revolucionados y eso les mermó energía.
Cuando Campa fue menos móvil, Rodríguez pudo conectarlo en más ocasiones y eso hizo mella en el rostro de la «Roca». De por sí que Juan ya le había cerrado un ojo desde temprano en la pelea, a lo largo de los rounds le complicó más la hinchazón. También Rodríguez se llevó lo suyo en forma de un corte en medio de la frente.
Los choques cuerpo a cuerpo se intensificaron pasado el sexto round porque ambos perdieron velocidad y movilidad por el ring, de modo que los encontronazos se hicieron más frecuentes y tal vez habrá sido el cansancio lo que les impidió lograr un nocaut, principalmente a Campa porque sus volados conmovían a Rodríguez.
Luego de 10 rounds la tarjetas de 98 92 (en dos ocasiones) y 100 a 90 se declaró ganador a Pedro Campa.