El ex campeón de peso medio de la UFC, Robert Whittaker, está motivado por algo más que recuperar el título divisional.
Whittaker volvió a la acción el pasado fin de semana y volvió a demostrar por qué sigue siendo uno de los mejores pesos medios del mundo. En el debut de la promoción en Arabia Saudí, «The Reaper» noqueó en menos de dos minutos al prometedor Ikram Aliskerov.
El resultado devolvió a Whittaker a la senda de la victoria, tras cuatro meses después de su memorable combate a tres asaltos contra Paulo Costa en el UFC 298 de Anaheim (California). Con sus palabras antes de la pelea, su salida encendida y su apasionada celebración, el veterano australiano parece estar más hambriento que nunca por alcanzar de nuevo la cima de la montaña. Pero en lugar del oro, el ex campeón persigue otra cosa: su propio techo.
► Whittaker: «Es lo único que pido en cada pelea…
Durante una aparición en la rueda de prensa posterior a la pelea de UFC Fight Night del sábado, Whittaker reflexionó sobre su triunfal actuación en el Kingdom Arena de Riad y evaluó su enfoque actual.
En lugar de recuperar el cinturón de peso medio cinco años después de ser destronado por Israel Adesanya, «The Reaper» dijo que su único objetivo en la competición de MMA es rendir al máximo cada vez que entra en la jaula.
«Mi objetivo en las artes marciales mixtas, en los deportes de combate, es estar a la altura de mi propio potencial. Eso es lo único que quiero conseguir, porque sé lo bueno que soy», dijo Whittaker. «Soy el peso medio más peligroso del planeta, y todo el mundo lo sabe. Pero son zapatos grandes que llenar.
«Eso es lo único que pido en cada pelea, cada vez que me subo a ese octágono; simplemente que me permitan hacer lo que entrené (para hacer), estar a la altura de mi propio potencial«, continuó Whittaker. «El pasado sábado en la noche, siento que hice eso».
Sin duda, Whittaker ha logrado ese objetivo en dos combates en lo que va de año. Queda por ver cuándo volverá a competir, pero parece que el australiano podría estar en línea para servir de respaldo en la próxima pelea por el título de su división.
