La coronación de Giovanni «Rey» Vargas como campeón de peso supergallo se realizó de manera exitosa.
Aun cuando una de las tarjetas de los jueces determinó empate (algo muy lejos de lo que sucedió en las acciones del combate), el trabajo que hizo Vargas en el ring fue lo suficientemente convincente como para vencer a Gavin McDonnell en su propia casa.
«Rey» se vio muy sólido en toda la pelea y mostró muy buenos movimientos, tanto de ataque como defensivos. Fue consistente en su plan de ataque y aunque tuvo algunos problemas (como las dos ocasiones que McDonnell lo pescó de lleno y lo mandó contra las cuerdas) supo componer el camino de regreso a su estrategia para imponerse de manera clara.
Explotó su mayor longitud y su brazos largos para meterle muchos jabs a la cara a McDonnell, quien no supo cómo quitarse ese golpe en ningún momento. Vargas también hizo uso de ganchos al cuerpo cuando McDonnell se le acercaba demasiado.
McDonnell por su parte, tu episodios donde manejó bien el timing y permitió que Vargas llegara solito a chocar con sus guantes. También su poder de puños fue intermitente, pues aunque logró sacudir a Vargas, no fue consecuente con ese tipo de ataque, lo cual le dificultó enfrentar al mexicano.
A destacar de McDonnell su aguante, pues paseó por todo el ring y supo como emplear lo que llevaba para hacerle frente a Vargas.
Pero el mexicano mostró mejor oficio con sus cauteos y su habilidad para sacar lo mejor de sus jabs para marcar distancia y lastimar.
Acaso lo único que no entonó con la pelea fueron las intervenciones del réferi, muy inoportunas y hasta cierto punto inútiles.
Explico.
Las veces que separó las acciones fue para regañar a Vargas por acciones cometidas por McDonnell, como los tres empujones con los que Gavin mandó a «Rey» a la lona. El réferi le pedía al mexicano que no agachara la cabeza para engancharse.
Con todo y eso, las tarjetas marcaron 117-113, 116-112 y 114 a 114, a favor del nuevo campeón, «Rey» Vargas.