Y es que una convención de boxeo no pude dejar a un lado la cuestión de la regulación del combate. El trabajo del llamado «tercero sobre la superficie» debe ser invisible pero bien hecho, porque en caso de tomar una mala decisión puede afectar un resultado importante y ser perjudicial.
Dentro de la Convención Anual 52 del Consejo Mundial de Boxeo hubo un espacio para conversar sobre las condiciones en la que se debe desarrollar el trabajo de un réferi de boxeo, especialmente cuando de hacer respetar las reglas al pie de la letra se trata, principalmente, cuando los estilos son diferentes, igual se debe hacer valer un criterio unificado para que no haya duda del reglamento aplicado. Las reglas de los réferis son inamovibles, no así su estilo.
También se mencionó el hecho de que debe existir una relación de mayor comunicación entre los réferis y los jueces, que son quienes le dan legalidad al asunto. Específicamente por las decisiones dudosas que han surgido en los últimos meses, respecto a combates que se ven sencillos y que al final crean un ambiente de duda que daña la credibilidad del boxeo.
Vic Drakulich, mencionó la importancia de la claridad con que se dan las reglas a los boxeadores dentro de los vestidores ”ya que ellos tienen la responsabilidad de su conducta».
Lo principal a resaltar fue el uso de los sentidos para realizar esta labor, de manera que quede ben claro para los boxeadores qué pueden y que no pueden hacer y que sean conscientes de las indicaciones que se les dan a pesar de la algidez de la batalla.
-Debes saber usar la voz, practicar la mecánica, conocer las reglas, ser cortés con nuestros colegas. No estamos compitiendo entre nosotros. Intentamos ser los mejores. También tendrán que tener el coraje y la integridad necesarias para saber cuando una pelea no puede seguir más. Acciones por instinto.- comentó el réferi Jack Reiss.
Instinto que ha sido cuestionado en múltiples ocasiones, ya sea porque actuaron muy rápido o muy tarde. Riesgo inherente a los deportes de contacto de apreciación.