El sábado por la noche, Giga Chikadze y Edson Barboza se enfrentarán en el centro del octágono con el objetivo de ascender en el peso pluma. Los aficionados a la élite del combate de pie estarán encantados con este enfrentamiento entre dos de los strikers más feroces de la división de peso pluma.
Tras una turbulenta serie de derrotas en la categoría de 155 libras, el duro brasileño bajó de peso para buscar el oro en una división diferente. Barboza entra en el combate con Chikadze como el luchador más experimentado, con una carrera previa en el peso ligero que lo situó como un pilar entre la élite de la división. Las victorias sobre el ex campeón Anthony Pettis, el ex aspirante al título Gilbert Melendez y Beneil Dariush han construido un buen currículo en la división de las 155 libras.
Pero después de perder cinco de sus últimos seis combates en el peso ligero, Barboza optó por bajar de peso a la división de peso pluma, un movimiento poco común para alguien con el historial y el kilometraje en el octágono como Barboza tiene. Ha demostrado ser una gran elección, con una victoria dominante sobre el siempre peligroso Makwan Amirkhani, y un cruel nocaut sobre Shane Burgos a principios de este año en el UFC 262.
Barboza siempre se ha caracterizado por tener una de las patadas de cambio más brutales de toda la MMA, con una velocidad y una potencia de golpeo fulminantes que sorprenden por completo a sus oponentes. Pero su boxeo también ha mejorado mucho desde que bajó al peso pluma, como vimos con su nocaut de reacción retardada sobre Burgos.
Chikadze ha subido rápidamente al escalón más alto de la división del peso pluma, con un historial de kickboxing diverso que le ha llevado a una racha de ocho victorias. En su último combate, noqueó a Cub Swanson con una cruel patada al cuerpo seguida de un aluvión de golpes en el suelo que acabó con la pelea.
Haciendo su debut en la UFC allá por 2019, Chikadze se abrió paso a martillazos hasta el top-10 del ranking del peso pluma. De las trece victorias profesionales del georgiano, ocho de ellas han resultado en un TKO o un nocaut. Centrado en marcar el final, este hombre de 33 años es un striker imponente al que hay que preparar. En el combate contra Swanson, «Giga» mantuvo la distancia exterior para establecer su eficacia en las patadas desde el principio. Chikadze encubre su patada al hígado pinchando con su pierna de potencia, después de que se vaya por lo alto unas cuantas veces, el georgiano se ajusta y empieza a lanzar patadas al hígado para pillar al oponente desprevenido.
Además, UFC Vegas 35 coronará a los ganadores de The Return of The Ultimate Fighter: Team Volkanovski vs. Team Ortega en ESPN+, donde los ganadores de las 135 y 185 libras recibirán contratos de UFC y el título de «The Ultimate Fighter».
► ¿Quién ganará en UFC Vegas 35: Edson Barboza o Giga Chikadze?
Barboza y Chikadze son prácticamente idénticos en casi todas las categorías de golpeo, según FightMetrics; pero la verdadera diferencia en los análisis tiene que ver con el ritmo. Barboza supera a Chikadze en casi un golpe significativo por minuto, mientras que Chikadze mantiene la ligera ventaja con algo menos de tres golpes absorbidos por minuto.
La pequeña diferencia de altura entre Barboza y Chikadze no supondrá una gran diferencia en el octógono; pero lo que seguramente marcará la diferencia será la experiencia de Barboza en un gran escenario, mientras que Chikadze aún no ha luchado en el evento principal. A Barboza le gusta controlar el alcance y el ritmo de la pelea, mientras que Chikadze prefiere confiar en su contragolpe para obligar a sus oponentes a retroceder.
Barboza también hace un gran trabajo al fallar en los derribos y llevar el combate al clinch, un punto en el que Chikadze tiende a luchar. Barboza tiene una clara ventaja tanto en la precisión de los derribos como en la defensa, lo que podría ser útil si quiere seguir controlando el ritmo y no permitir que Chikadze coja ritmo.
Los aficionados pueden esperar una clínica de golpeo tanto de Barboza como de Chikadze, pero la verdadera diferencia estará en los golpes significativos que se realicen en los últimos asaltos. Mientras que Chikadze ha demostrado que puede competir contra un montón de veteranos de las MMA, la velocidad y la potencia de Barboza suponen un problema único en el octógono.
El combate tiene visos de convertirse en una batalla campal, y ambos están llenos de confianza a medida que se acerca la noche de la pelea. De hecho, Chikadze está tan seguro de su propia capacidad de golpeo que cree que convertirá a Barboza en un luchador. En particular, el púgil de 33 años indica que su presión obligará al brasileño a buscar los derribos. Con una racha de ocho victorias intacta, ambos púgiles se juegan mucho para hacer algo grande el sábado por la noche.
Es difícil descartar a Barboza en este combate, sobre todo teniendo en cuenta su historial y su capacidad para luchar a un ritmo constante. No cabe duda de que tanto Barboza como Chikadze llevan un ritmo muy activo, por lo que si el combate es muy reñido, la condición física desempeñará un papel importante a la hora de decidir quién saldrá victorioso en UFC Vegas 35. Barboza se llevará la victoria en lo que muy bien podría ser una guerra absoluta en UFC Vegas 35.