La edición del próximo año de WrestleMania promete suscitar la misma cantinela de rumorología y controversia a la que estamos acostumbrados, pero puede que esta sea aún mayor. Parece que la infobesidad será una creciente constante durante la etapa actual de WWE, ya que su proselitismo y expansionismo se antojan imparables, y el buen negocio que supone WWE Network ejemplifica esto.
Con la reciente noticia de que Goldberg permanecerá en la compañía hasta la cita de abril, rellenamos una plaza más de ese hipotético cartel que, a día de hoy, ya muchos diseñamos e intentamos pronosticar. Su tercer duelo con Brock Lesnar tendrá lugar probablemente allí, según las últimas informaciones y ateniéndonos al contrato del ex-WCW. Por otra parte, The Undertaker podría tener el último combate de su carrera contra John Cena, mientras que, constituyendo la previsión más certera, Big Show y Shaquille O´Neal colisionarían tras años buscándose las cosquillas.
Hoy se nos presenta otra ocasión para ejercitar nuestra vena creativa, ya que NoDQ.com informa de que hay discusiones dentro de WWE sobre el rival de Roman Reigns para «La Vitrina de los Inmortales». Y no deja de resultar curioso, porque el nombre lanzado no es el que muchos esperan conociendo el status del samoano: Braun Strowman. Según los últimos reportes, este tendrá un ángulo con Big Show a corto plazo donde lo derrotará, sirviendo para consolidar su imagen de gigante destructor que le reportará una legitimidad bastante notable.
Y siguiendo las señas del reporte que nos ocupa, tras Royal Rumble (2017) se pondría la primera piedra para el Reigns vs. Strowman, los dos, en su momento, predilectos de Vince McMahon. Para el ex-Wyatt, supondría un gran indicativo de la confianza depositada en él tras su buena actuación en Survivor Series (2016), donde lució muy dominante y sólo fue eliminado por conteo fuera del ring tras un ataque conjunto, con mesa de comentaristas rota de por medio.
Se abren muchas posibilidades. Entre ellas, que Reigns se haga con el Campeonato Universal WWE en Roadblock: End of the line y ponga el cinturón en juego frente a Strowman en WM. Aunque esta línea argumental se antoje un tanto excesiva para el retador, no dañaría a Reigns, ya que implicaría que este llegase como monarca de Raw a Orlando. Una opción sin títulos de por medio, por el contrario, mostraría una importante pérdida de relevancia, teniendo en cuenta su papel en las dos últimas ediciones (dos estelarizaciones).
Todo cabe en las mentes pensantes que dirigen WWE, así como su capacidad para recular y desdecirse. Lo que seguramente deben discutir es si de verdad un Reigns vs. Strowman posee el atractivo y calidad suficientes para el evento por antonomasia. Tienen tiempo, aún restan más de 4 meses.