Fue en 1997 pero parece que fue ayer. El Montreal Screwjob es un tema recurrente para casi cualquier situación que suceda en el mundo de la lucha profesional ya que aquella «infame» noche pasaron muchas pero que muchas cosas, aunque ni siquiera la no corta cantidad de documentales y artículos que se han grabado o escrito sobre aquella lucha entre Bret Hart y Shawn Michaels fueron capaces de recoger todo lo que ocurrió y que en 2020 siguen saliendo noticias acerca de la misma.
En este caso, ha sido el que fuera árbitro de WWE durante más de 25 años Mike Chioda el que ha dado su versión de los hechos en «Mailbag Monday with Mike Chioda»:
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► ¿Cuál era el papel de Mike Chioda en el Montreal Screwjob?
«Para serte sincero no sé que habría ocurrido. Yo era muy buen amigo de Bret por aquella época. Yo tenía que haber salido corriendo al final de aquel combate pero nunca tuve ocasión. Al principio del día, si no recuerdo mal, Bret vino hacia mí. Yo estaba con Joey Marella, que también era muy buen amigo de Bret, y teníamos un juramento sobre nuestra madre cada vez que decíamos la verdad.
«Bret se me acercó porque sabía que yo tenía que salir corriendo al ring al final de la lucha, con lo cual sabía que algo iba a pasar pero no sabía el qué. No sé si se le pasaba por la cabeza, quizás sí pero pensaba que no harían nada de eso en Montreal, en Canadá. Bret siempre fue un tipo dispuesto y serio, un hombre de familia, aunque ya había tenido sus más y sus menos con Shawn antes de aquella noche.
«Bret me preguntó: ‘Mike, ¿Sabes qué va a pasar esta noche? ¿Sabes algo que yo no sepa?’ y yo le dije: ‘Te juro por mi madre que no me han dicho nada. Siento que algo va a ocurrir porque hay mucha gente que no hace ni habla de las cosas que lo suele hacer cada noche’. Vi a Gerald Brisco teniendo unas charlas sospechosas con el árbitro Earl Hebner«.
«Sé que Bret le hizo la misma pregunta a Earl y este le dijo: ‘Te juro por mis hijos que no me han dicho nada‘. Yo le juré por mi madre y Earl le juró por sus hijos que no sabíamos nada. Yo no sé que habría hecho en su lugar. Solo sé que yo tenía que haber salido en un cierto punto y contar hasta dos, luego Owen me agarraría por el cinturón y me lanzaría entre la segunda y la tercera cuerda, posteriormente Shawn le dejaría fuera del ring con una súper patada, pero nunca llegamos a ese punto. La campana sonó y yo estaba detrás de las cortinas esperando mi momento y Owen detrás mía y nos miramos y me dijo: ‘¿Qué acaba de pasar aquí?’ Acto seguido vi a Earl corriendo de entre la fanaticada hacia el exterior de la arena donde le esperaba un auto».