Pivi Romero triunfó con nocaut técnico en el cuarto round sobre el venezolano Néstor Armas.
La pelea estuvo pactada a 10 rounds pero el desempeño de Romero provocó que se teminara en menos.
Resulta que el hijo favorito de Villa del Carbón subió inspirado e hizo una pelea frontal, en la que arriesgó el físico, apostó por su mejor pegada y le dio buenos resultados.
Al inicio, Armas esntró revolucionado y queriendo marcar el paso del combate. Romero lo dejó ser pero sin perder la perspectiva del combate. Lo estuvo tanteando para saber cómo trabajarlo.
Entoces, Romero encontró que pegándole abajo sería la mejor forma de encontrar la victoria.
En los primeros dos episodios el intercambio fue de da y vuelta. Incluso Romero recibió varios golpes a la cara buscando la zona media de Armas. Pero apenas le metió un poco más de presión, logró sacarse al venezolano de encima y empezó a sacarle más ventaja.
Sucede que Pivi, como es conocido Juan Pablo Romero, se dedicó a hacer un boxeo muy frontal, pero sin perder la calma y casi sin espacio a errores. Aunque Armas estaba siendo superado, en todo momento buscó hacerle daño a Romero por la vía que fuera.
De modo que Pivi le lanzó muchos golpes de uppercut, siempre peleándole en corto para desarmarlo, y así poder hacer elmayor daño posible.
A la altura del tercer round pasó algo muy curioso. Mientras Romero le repartía golpes a Armas, la toalla del lado del venezolano cayó sobre la lona. El réferi detuvo en un momento las acciones y Pivi ya celebraba el triunfo. Sin embargo, en una plática más de cerca entre el réferi y el equipo, le explicaron que no era así.
Y es que desde hace algunos años la detención de un combate debe ser verbal y clara. Así que el réferi determinó que seguía la pelea.
Armas sobrevivió un round más. Pero no por mucho tiempo. Pivi Romero triunfó con nocaut luego de colocar varios uppercuts que Armas no vio que le cayeran, mucho menos puso oposición.
Entonces el mexicano se anotó su décimo combate ganado, el séptimo por nocaut para su cuenta.