Nery «Pantera» Saguilán es catalogado como «Showman», incluso ese es su segundo sobrenombre, sin embargo, conforme pasan las peleas más que un show de boxeo, parece un show de bravatas.
En esta ocasión le tocó enfrentar a un ex campeón welter de la OMB, DeMarcus Corley, quien a pesar de que ya no está en sus mejores momentos, aún conserva la pegada y la calidad, mas no la velocidad.
Se antojaba una pelea cuando menos competitiva, pero en realidad fue muy extraña, entre que Saguilán soltó muchos golpes que no llegaron a ningún lado y que al parecer la movilidad de Corley era inexistente.
Ambos subieron al ring con máscara y short con flecos, así que esta vez la «originalidad» de Saguilán fue neutralizada.
Pues bien, iniciada la contienda fue evidente la mejor técnica de Corley, con un boxeo ordenado pero no de velocidad, con buenos golpes, principalmente dirigido a los costados de Saguilán.
Saguilán usual a su costumbre, bailoteó y bajó la guardia a manera de burla, invitando a «Chop Chop» al intercambio. Además aseguraba que los golpes del estadounidense no le dolían. Y puede que no estuviera lastimado pero sí estaba perdiendo puntos.
Corley hizo una buena pelea en función de que conectó bien a Saguilán y evidenció las carencias técnicas del mexicano y más aún, su manera de afrontar una pelea que le fue incómoda desde el inicio hasta el fin.
Sin embargo, los jueces determinaron que la victoria era de Saguilán.
Los jueces, no el público porque cada 4 rounds, cuando se da la puntuación parcial, los jueces favorecían de manera unánime a Saguilán, y ese anuncio hizo que la gente abucheara a Nery y la decisión de los jueces, desde el inicio hasta que se acabó el combate.
No fue la mejor noche de Nery que si bien sumó victoria no fue convincente y de ninguna manera lo acerca a una pelea de título mundial, porque realmente, anoche se demostró el nivel de Saguilán, mismo que no está lo suficientemente maduro como para enfrentar a un campeón.