Está siendo un año movido para Paige en WWE, y por desgracia, no precisamente por cuestiones luchísticas, sino por todo lo contrario. Desde su polémica relación con Alberto del Río, protagonizando diversas apariciones y un incidente de repercusiones mediáticas, hasta su rumoreada violación de la política de bienestar que según ella nunca ocurrió. Pero lo que seguramente más ha preocupado a los seguidores y a la propia gladiadora es el tema de las lesiones, dos dolencias que desde el Draft la mantienen alejada de los rings y sobre las que SÚPER LUCHAS ya informó el pasado mes.
Ayer jueves conocimos nuevas informaciones, que como de reciente costumbre, llegan de mano de la protagonista, tras un periodo de extraño silencio. Paige explicó el principal motivo de su prolongada ausencia a través de su cuenta de Twitter.
https://twitter.com/RealPaigeWWE/status/781565792743587840?ref_src=twsrc%5Etfw
«Gracias ayer al Dr. Uribe. Uno de los mejores médicos que he visto. Me dio dos excelentes opciones para mi cirugía. Esto te hace pensar en los riesgos que tienes que tomar cuando se trata de este negocio, las cosas por las que pasa tu cuerpo con el fin de entretener a las masas. Y no lo cambiaría por nada del mundo. Gracias a todos por el contínuo apoyo».
«En silencio durante un tiempo. Hora de arreglar el cuello y así poder volver y patear algún trasero«.
Juan Uribe, el médico al que se refiere la británica, fue el máximo responsable de la operación de cuello a la que sometió Nikki Bella este año, y por la que muchos creían que la trayectoria de la pareja de John Cena terminaría bruscamente. Pero no ocurrió así, y la luchadora volvió en SummerSlam 2016 como reemplazo de Eva Marie, quien quedó a última hora fuera del evento debido a una suspensión.
10 meses permaneció fuera de acción la mayor de las gemelas, horquilla que podríamos tomar de referencia para hacernos una posible idea del caso de Paige. Una dolencia que guardaba ecos en muchos aspectos con el ejemplo de Daniel Bryan, cuya pérdida progresiva de fuerza en su brazo derecho constituyó finalmente un síntoma de sus daños neuronales. Así pues, todo lo que queda de 2016 y casi la mitad de 2017 tendrá que pasarlo fuera de los focos; periodo que lógicamente, incluye WrestleMania 33. Sería la primera ausencia de la luchadora en La Vitrina de los Inmortales desde su debut en el elenco principal, precisamente justo el día después de la trigésima edición.
De cualquier modo, supone una gran noticia respecto a los pesimistas augurios de hace un mes, y por lo que parece, no asistiremos a otra retirada prematura de una superestrella, en este caso, con un futuro de tanto potencial (pese al tiempo que lleva bajo contrato en la compañía, la Anti-Diva sólo tiene 24 años). Un buen motivo de alegría para el Universo WWE y para la lucha libre.