Pacquiao está en el gimnasio porque en julio tiene una cita con Keith Thurman.Esta pelea dará al campeón absoluto de peso welter por la Asociación Mundial de Boxeo, ya que Pacquiao es campeón regular y Thurman es súper campeón.
Entonces esto eliminaría uno de esos cinturones (aunque eso no asegure que no se vuelva a emitir uno extra).
En fin que Pacquiao está determinado a demostrar que a sus 40 años aún tiene el boxeo que se requiere para ser campeón y mantenerse en la élite. Y sin duda, si alguien tiene algo que demostrar (que no como legado, pero sí por terco) es Pacquiao.
Y es que nadie le pediría, ni el boxeo siquiera, que hiciera más de lo que ya ha logrado en el boxeo. A su 40 ha implantado récords que pocos aspirar a tener. Es protagonista de muchas peleas del año y poseedor de numerosos cinturones.
Pero él está empeñado en que aún tiene con qué mantenerse como campeon, relevante y dentro de la élite. Sin embargo Keith Thurman no lo cree así.
Considera que Pacquiao ya no está de moda y que si lo pusieran a competir con algunos de los contemporáneos de Thurman, como Erroll Spence, Shawn Porter o alguno de los mejores rankeados.
Así pues, bajita la mano ambos están haciendo de su parte para que la pelea resulte más atractiva o al menos para crear expectativa.
Deportivamente no le aportará nada a Pacquiao, quien después de haber enfrentado a hombre como Oscar de la Hoya y Floyd Mayweather, tiene poco qué probarle al mundo respecto a su legado.
A Thurman tampoco es que le vaya a sumar mucho haber vencido a un Pacquiao de 40 años que ya no tiene su mejor velocidad y técnica, pero que sigue viviendo de su nombre y sus accidentadas últimas victorias.
¿Quién ganará?