Sean O’Malley ha tenido a Aljamain Sterling en la mira durante mucho tiempo y cuando tuvo su oportunidad, no falló.
Con una sorprendente secuencia de golpes, O’Malley se convirtió en el campeón de peso gallo de UFC el sábado en el segundo round del evento principal de UFC 292 luego de enviar a Sterling a la lona con una derecha de la que «Funk Master» no se recuperó. Fue la sexta, y por mucho la más importante, victoria por nocaut en la carrera de O’Malley en UFC hasta la fecha.
Si bien el resultado puede haber sido una sorpresa para algunos en función de las probabilidades de cara a la pelea, para O’Malley fue simplemente una cuestión de práctica para lograr la perfección.
«Golpear hacia atrás es una habilidad que no mucha gente posee y yo puedo golpear hacia atrás y sabía que me iba a presionar y sé que le gusta lanzar para disparar. Le gusta lanzar para que yo contraataque y pueda disparar por debajo. Así que sabía que iba a lanzarse con golpes«.
“Realmente ni siquiera fue un mal golpe lo que lanzó, es solo que soy tan jodidamente preciso. Le disparé. He estado diciendo toda la semana, soy un francotirador. Voy a cortarle la barbilla. Voy a buscarlo y ahí estábamos. Definitivamente es un golpe que visualicé toda la semana”.
Con la victoria, O’Malley completó su viaje de la sensación viral de la serie Contender de Dana White a contendiente controvertido y campeón indiscutible. El UFC, de 28 años, ha sido fuertemente promovido desde el principio, algo que ha irritado a los rivales y críticos de O’Malley, incluso cuando acumuló finales y se abrió paso en la conversación por el título con una estrecha victoria por decisión dividida sobre Petr . Yan en octubre pasado.
No es que la falta de fe en sus posibilidades sea injustificada. El propio O’Malley admitió que la forma en que se desarrolló la pelea fue casi como un sueño.