Han sido pocas las veces que Ronda Rousey ha hablado desde su derrota ante Holly Holm en noviembre de 2015, y ninguna sobre ese tema, hasta ahora.
Ronda fue invitada al show de Ellen Degeneres y ahí habló un poco sobre ese preciso momento en que cayó noqueada producto de una devastadora patada de Holly.
En esa entrevista habló de todo lo que sucedió esa noche y lo que pasó por su cabeza luego de que la mano de Holm fuera levantada en lugar de la suya.
» Me sentí noqueada desde el primer intercambio de golpes, estaba noqueada de pie desde el primer golpe. Fue realmente difícil para mí saber qué estaba sucediendo. Desde el primer golpe se rompió mis labio y aflojó mis dientes. A veces ves a los chicos pelear por cinco rounds a puro intercambio de golpes y parece que no les pasa nada, pero así es el destino, me tocó que me pasara de esta manera.
Fue algo raro no tenía percepción de profundidad, sentí que no podía ver bien, es decir, sí veía pero no podía determinar qué tan lejos estaba mi mano de mi cara o qué tan lejos estaba ella de mí. Cuando te sientas y no te mueves tienes la noción de dónde está tu cuerpo, una parte de tu cerebro que te dice en qué espacio te encuentras. Pues pareció como que se me apagó, lanzaba golpes a ciegas. Sabía que ella estaba ahí, pero la verdad no me acuerdo de la mayor parte de la pelea», confesó Ronda.
Y posterior a eso se puso peor, porque la derrota la devastó de primer momento, pues creyó que el mundo se le había terminado y que habiendo perdido el título, pensó que lo había perdido.
«Honestamente mi primer pensamiento dentro del cuarto de observación, mientras estaba sentada en una esquina pensé ‘¿Qué soy ahora si no soy esto ya?’ Literamente estaba ahí sentada, pensando en suicidarme , en ese momento exacto pensé ‘Ya no soy nada, qué haré ahora, nadie dará un centavo por mí jamás si no tengo esto'», comenta Rousey en entrevista, con lágrimas.
Fue entonces cuando la presencia de Travis Browne, su pareja, le dio una mejor idea en qué enfocar su mente para sacarle de ese momento tan oscuro en donde quedó tras perder.
«Entonces vi a mi hombre, Travis, de pie frente a mí, lo miré y pensé que quería seguir viva, que quería ser la madre de sus hijos… No se lo había dicho a nadie excepto a él», menciona la ex campeona, habiendo secado el llanto y sonriendo.
Ahora Ronda parece estar mucho mejor, recuperada mentalmente y espera con ansias el combate entre Holly Holm y Miesha Tate, espera que Holm gane para que luego entrar en escena y tratar de recuperar lo que a ella le perteneció alguna vez.