Jon Jones se encontraba en el centro de la controversia cuando se detectó una pequeña cantidad de turinabol en su sistema antes de su pelea en UFC 232.
La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) determinó que esto se debía a que el metabolito esteroide tenía un efecto pulsante. Y no era el resultado de una nueva dosificación. Jones fue suspendido por tomar turinabol en julio de 2017 y recibió una sanción reducida de USADA.
El manager de Alexander Gustafsson, Nima Safapour, escribió que Jones «esencialmente recibió una exención de uso en una infracción de responsabilidad estricta» y calificó a la situación como «un desastre absoluto«.
“Los resultados inconclusos e inconsistentes que ocurren repetidamente con Jon Jones. Como mínimo, deberían obligar a nuestra industria a tener una discusión más grande, profunda e imparcial sobre la legitimidad de la defensa de Jon«.
«Jon ha salido públicamente alardeando cuando algunos de sus resultados son negativos. Sin embargo, él permanece en silencio cuando los resultados de sus exámenes son positivos. No puede tener ambos modos y elegir los resultados que son favorables para usted. E insista en que ignoremos los resultados que van en contra de sus intereses«.
“Jon ha recibido esencialmente una exención de uso en una violación de responsabilidad estricta. La ciencia no está segura sobre la defensa que ha tomado. Además, la ciencia está siempre en un estado de cambio. Así que la ciencia en la que confiamos hoy es diferente a la ciencia en la que confiamos hace unos años».
«Probablemente volverá a cambiar en el futuro. Jones también está creando un precedente que irá más allá de sus intereses personales. En el sentido de que ahora otros combatientes también buscarán exenciones de uso en una violación de responsabilidad estricta. Basada en un tema en el que la comunidad científica todavía está dividida. Es un desastre absoluto».