El día de ayer, Mýzteziz se convirtió en el ganador de la Copa Antonio Peña, dentro del evento Héroes Inmortales VIII. El que fuera conocido como príncipe de plata y oro se ha logrado posicionar como un sujeto importante dentro del elenco de la caravana estelar.
Los años de ausencia pudieron haber mermado su popularidad –pues muchos de sus seguidores de la época del boom dejaron de ver lucha libre—pero tiene a su favor que la misma ausencia le ha dado frescura.
Mýzteziz, sin embargo, no debe dormirse en sus laureles. Aunque puede seguir sumando triunfos, debe ser el vehículo para crear a la próxima gran figura de la lucha. En su momento, el apoyo del Hijo del Santo lo ayudó a dar el paso a las luchas estelares, y no estaría de más que hoy hiciera lo mismo por algún otro joven.
AAA tiene, por el momento, esa ventaja: Los estrellas de la lucha mexicana están en sus terrenos. Mýzteziz, El Patrón, Blue Demon Jr., La Parka, Hijo del Perro Aguayo, Cibernético; sin descartar del todo a Dr. Wagner Jr. y a LA Park. Todos ellos, al alternar con los jóvenes, les transfieren credibilidad y les dan la posibilidad de alcanzar el estrellato.
El pase de estafeta es una situación obligada en la lucha mundial. En México no lo ha sido del todo en los últimos años debido a los egos de muchos gladiadores, que aún con décadas de lona recorrida, quieren mantenerse en su pedestal. La oportunidad que ahora tiene Lucha Libre AAA no debe ser desaprovechada.