En un momento dado, los fans de la UFC pensaron que Michael Bisping y Luke Rockhold nunca se llevarían bien. Pero al igual que el deporte en el que compiten, la imprevisibilidad es el nombre del juego.
Bisping se retiró tras las derrotas consecutivas ante Georges St-Pierre y Kelvin Gastelum, y se ha convertido en una de las mejores voces de las retransmisiones de la UFC. Se esperaba que Rockhold hiciera su regreso en UFC 268 el próximo mes, pero recientemente se retiró debido a una lesión.
Bisping y Rockhold tienen una gran historia entre ellos, que se remonta a sus peleas en 2014 y 2016. Durante una reciente entrevista, Bisping elogió a su amargo rival en medio de su decepcionante noticia.
«Tenía muchas ganas de esa pelea», dijo Bisping. «No sé quién hubiera ganado, yo hubiera apostado por Luke porque éste estaba encendido. Luke quiere volver a ser el campeón y quiere recuperar ese respeto. Mucha gente, incluso los fans y otros luchadores, no están dando a Luke el respeto que se merece. Definitivamente se merece el respeto, déjame decirte, al 100%. Escucha, a veces dice cosas tontas, pero el hombre es un luchador formidable. Es una fuerza con la que lidiar dentro del octágono».
Cinco años después de su infame combate en UFC 199, Michael Bisping quiere que los fans empiecen a mostrar respeto por los reconocimientos de Luke Rockhold, quién dejó el juego de la lucha durante casi dos años después de perder ante Jan Blachowicz en su debut en el peso semipesado en UFC 239. Volvería a bajar al peso medio para una pelea con Sean Strickland en el UFC 268 antes de que la pelea fuera cancelada.
Las carreras de Bisping y Rockhold siempre estarán vinculadas entre sí, y es agradable verlos enterrar el hacha de guerra y mostrar un respeto genuino.