Mares contra Santa Cruz: se corona un súper campeón pluma

Luego del nocaut que Julio Ceja le propinó a Hugo Ruiz y el obtenido por Alejandro Luna sobre Sergio López en una pelea de peso ligero de seis round, llegó el momento de ver a Abner Mares contra Leo Santa Cruz.

Una pelea que de un momento a otro se convirtió en titular. Primero se había programado el cinturón diamante del Consejo Mundial de Boxeo, pero luego la Asociación Mundial de Boxeo puso su Súper Título de Peso Pluma (uno que meses atrás dejó vacante Nicholas Walters por pasarse de peso en una pelea de defensa) a disposición del ganador de la contienda.

Así pues, la pelea por ser el orgullo de Los Ángeles se hizo por dos cintos.

Abner Mares no salió a especular, desde el inicio de la pelea salió a presionar a Leo para no darle espacio a tomar su distancia. Muchos fueron los golpes que salieron de los puños de Mares en comparación de lo hecho por Santa Cruz. Sin embargo, Santa Cruz no permitió que la desesperación se apoderara de él.

Para el segundo round, Abner recibió la recomendación de no acercarse demasiado a Santa Cruz, dado que el «Terremoto» al faje también es muy feroz. Y así lo demostró al final de round, aunque el buen bending de Mares le permitió salir de las dificultades.

Para Santa Cruz es difícil desplazarse y hacer lo que sabe con Mares pegado a cada momento sobre sí, de modo que aprovechó cada vez que el réferi los separaba para meter la mano derecha en la cara de Abner. Mares es fue rápido de manos, pero necesitaba conectar más y enganchar menos. Un corte en la cara de Mares en el tercer round le complicaría la pelea al tapatío.

El cuarto round fue un poco menos intenso, con más trabajo de piernas de Mares y más golpes de Santa Cruz a la zona blanda de su oponente. Mares buscó alejarse para evitar ser más lastimado en la cara.

Mares le subió un poquito al nivel de golpeo, pero enganchar a Santa Cruz no era le mejor estrategia. Empezó a darle un poco más de distancia al michoacano, tal vez por el corte, pero Mares debía empezar a ser más preciso e incisivo para subirse completamente sobre Santa Cruz, quien lucía más cómodo.

Santa Cruz no podía encontrarle el hueco de nocaut a Mares, por lo que decidió meterle movilidad a la pelea alternada con aguijonazos para desesperar a Mares y llevarlo a su terreno. Mares demostró que también llevaba buen trabajo de piernas para seguirlo o retroceder según fuera el caso, siempre con los puños al frente, para ablandar a Santa Cruz.

Leo conectó mejores golpes en el séptimo y a distancia, como se le acomoda mejor a su boxeo, Mares estuvo muy lejos de él como para conectarlo en la zona blanda o lanzar la metralla que había lanzado en otros rounds. Mares debía regresar al estilo de pelea que había propuesto al inicio para mantener su nivel y aspirar a ganar la pelea. Eso sí, fue preciso.

Si la pelea se juzgara sólo por las caras, parecería que Abner perdía por paliza, pero lo grandes golpes que conectó, los movimientos de cintura con que se sacudió bastantes golpes de Santa Cruz, con los que tomó impulso para lastimar al michoacano, demostraba que el tapatío estaba en el mapa y dispuesto a darlo todo por ser el ganador.

A la altura del noveno Santa Cruz dejó de lanzar la derecha como en la primera parte de la pelea. Mares se creció y lanzó buenas combinaciones, mismas que Leo respondía  al menos en una porción. Lesión o no, Santa Cruz lucía feroz.

Mares conectó un buen derechazo en la cara de Santa Cruz en el décimo, y al sentir el golpe, Leo giró para salir con velocidad del encierro. Las acciones no se alejaron mucho de las cuerdas y Santa Cruz lanzó un golpe que contestó Mares y así empezó un intercambio, que fue difícil de dar a favor de alguno.

Mares no deja de lanzar golpes aunque esté enganchado. Apenas se le destraban los brazo, Leo mete el jab para separarse de Mares. Pero una vez que se encuentran, el intercambio es inevitable y muy intenso.

Se llega el doceavo, el definitivo.

Mares salió al último episodio como salió al primero, fiero con ganas de noquear, de golpear todo lo que pudiera dar sus manos. Santa Cruz no salió por piernas y entregó un round maravilloso, el vaivén de golpes furiosos llegaba a su destino pero ninguno de los hombres quiso caer, no lo hizo, pero entregaron un final de pelea digno de postular esta como la pelea del año.

Y les tocó a los jueces decidir.

Santa Cruz se llevó la pelea 117 a 111 otorgado por dos jueces ya que un juez dio empate 114a 114. Decisión mayoritaria para el nuevo campeón diamante del CMB y súper campeón pluma AMB.

 

 

LA LUCHA SIGUE...
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