Luke Harper: «Estaba por retirarme de la lucha cuando me hablaron de WWE»

Luke Harper era uno de los pesos completos más solicitados del circuito independiente antes de ingresar a WWE. En ese entonces era conocido como Brodie Lee, aunque sus amigos lo conocían por su nombre real: Jon Huber.

Huber, de 37 años, nativo de Rochester, New York, después de vivir algunos años en Orlando, ya reside de nuevo en su terruño, “en compañía de dos perros, cinco gatos, cuatro gallinas, hijo de cinco años y esposa”. Él luchará en casa este martes 6 de junio, pues el elenco de SmackDown Live se presentará en esa ciudad, específicamente en la Blue Cross Arena.

Por tal motivo, el grandulón fue entrevistado por Joshua Barnett, de Democrat & Chronicle de USA Today.

“Toda la secundaria la cursé en una escuela jesuita para varones en McQuaid. Usaba cabello corto, sin barba, traje y corbata. No hace falta decir que no era lo más cómodo del mundo y que me siento mejor como luzco ahora, pero no cambiaría nada de esa etapa en McQuaid. Era un gran lugar”.

Sobre la Blue Cross Arena:

“Sus años de gloria fueron los ochenta (cuando era conocida como Rochester Community War Memorial). Creo que Rochester podría tener una mejor arena, y si la tuviera, tendríamos más eventos. Pienso que SmackDown vendría de manera regular, habría más shows y mejores conciertos”.

Sobre la maldición de luchar en casa (Harper ha luchado tres veces en esta arena con WWE y ha perdido las tres):

“Conozco la maldición, y créeme que apesta. En realidad una vez tuve un grandioso match con Dolph Ziggler, que pienso que debí haber ganado, pero perdí. Tengo esa espinita clavada. A veces me quedo pensando en ello, pero no es algo que esté en mis manos”.

En 2011, fue a luchar en un tour con Dragon Gate en Japón, pero estuvo a punto de no ir debido a que su esposa estaba por dar a luz:

“Le dije, ‘Dejaré de luchar. No puedo alejarme de ti, tendremos que pensar en algo para el futuro’. Sólo iba a luchar de vez en cuando, localmente, pero fue cuando me hablaron de WWE y me dijeron que querían hacerme una prueba. Así que estaba literalmente tan alejado de la lucha como había estado en toda mi vida cuando me jalaron de regreso a ella”.

Su llegada a WWE:

“Aprender de la manera en la que lo hice me dio más bases. Me alegra haber llegado a WWE hasta entonces, porque era un luchador más completo a los 32 de lo que lo era a los 25. Las cosas pasan por una razón”.

Sobre ser nativo de Rochester:

“Existe un tipo de actitud distinta cuando vienes del oeste de New York. Trabajas por todo, porque no recibes nada en bandeja de plata. Así te das cuenta de que el trabajo duro se traduce en cosas buenas”.

LA LUCHA SIGUE...
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