Sean bienvenidos una vez más a esta columna que busca presentar a los tres luchadores más destacados de la semana y la mejor lucha de los últimos siete días. Esta semana se siguió construyendo el Camino a WrestleMania, pero además se dio forma a la verdadera última parada antes del gran evento, Roadblock.
Veamos quienes fueron los protagonistas de esta semana en WWE:
3- Becky Lynch y Sasha Banks: Hace mucho el panorama del Campeonato de Divas no era tan interesante, y todo esto fue gracias a Becky Lynch y Sasha Banks. Con dos grandes empates, The Boss y The Lass Kicker construyeron una triple amenaza que promete robarse el show en WrestleMania. Charlotte, la tercera en discordia, sigue siendo también una gran figura y una campeona que crea una triple rivalidad sumamente interesante.
2- Triple H: El Rey de Reyes sigue demostrando que esto no es tan sólo un apodo. Como campeón y figura de poder, Triple H tiene toda la autoridad en WWE, aunque siempre encuentra quien intente enfrentársele. Esta vez Triple H dio la buena noticia de que no esperaremos hasta WrestleMania para verlo defender, sino que en una semana en Roadblock chocará contra Dean Ambrose, a quien le dio una paliza al cierre de Monday Night Raw.
1- Dean Ambrose: Cansado, lastimado y apaleado, Dean Ambrose nunca se detiene. Esta semana consiguió una improbable oportunidad titular ante Triple H, pero a cambio fue duramente castigado por el campeón, sumando más golpes a su abatido cuerpo, que también deberá encargarse pronto de Brock Lesnar. Pero esto tampoco frena a Ambrose, pues en SmackDown logró vencer a Kevin Owens, mostrando que es la superestrella con más corazón en WWE.
Lucha de la semana: A pesar de que vimos dos muy buenos encuentros femeninos, la mejor lucha de esta semana fue Dean Ambrose vs. Kevin Owens, un encuentro que nunca decepciona y que esta vez tenía una historia adicional que contar, la de un lunático con un cuerpo destruido enfrentando, e increíblemente venciendo, a uno de los rivales más duros en WWE. Quizá el final no fue del todo lógico, considerando la situación, pero ayudó de gran manera a Ambrose y no afectó realmente a un Kevin Owens que está construido con base en sus acciones, no es sus victorias.
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