Tyson Fury ha terminado con su carrera de boxeo profesional, pero eso no significa que haya terminado de pelear todavía. Tras un impresionante nocaut en el sexto asalto sobre Dillian Whyte ante 94.000 aficionados en el estadio de Wembley (Inglaterra), el campeón de los pesos pesados, de 33 años, confirmó que se ha retirado oficialmente, elevando su récord a 32-0-1 con la victoria.
«Antes de pelear con Deontay Wilder [la tercera vez], estaba en mi casa en Las Vegas, y le dije [a mi esposa] Paris, ‘Esta va a ser la última pelea’«, dijo Fury en la conferencia de prensa posterior al combate. «Simplemente no quiero hacerlo más. Ella dijo: ‘Sí, estoy feliz, que sea la última pelea’. Luego, después de la pelea, le dije en la ducha: ‘Definitivamente es la última pelea. No hay más de esto’. Estaba contento con esa decisión, y recibí una llamada de Frank [Warren] diciendo que podíamos hacer una pelea de regreso a casa en Wembley y le dije a Paris, ‘Tengo que ir una vez más. Tengo que volver a sacar las viejas botas’. Fue una decisión difícil, porque yo era feliz estando retirado»
«Vuelvo para una gran pelea en casa. Ha sido increíble. No podría haberlo superado. Han sido unos años de cuento de hadas. Ha sido absolutamente más de lo que soñaba de niño y de adulto. He ganado todos los cinturones que hay que ganar. No hay nada más que pueda hacer. He ganado todos los cinturones del juego. Si esto fuera un juego de ordenador, seguro que lo habría completado».
Aunque ha puesto el broche de oro a su carrera de boxeador sin planes de tocar su récord inmaculado, Fury aún planea perseguir algunas peleas divertidas, incluyendo un posible enfrentamiento con el campeón de peso pesado de la UFC, Francis Ngannou, quien se unió a él en la derecha apenas minutos después de su victoria sobre Whyte.
Ngannou ha estado pidiendo una pelea contra Fury durante bastante tiempo, y con su contrato de UFC que se espera que termine al cierre de 2022, finalmente podría estar disponible para hacerlo realidad. Es un emparejamiento que Fury quiere, y está dispuesto a enfrentarse a Ngannou bajo un conjunto especial de reglas que igualaría las condiciones para ambos.
«No voy a descartar las exhibiciones, seguro«, dijo Fury sobre su futuro. «Conseguir algo de ese dinero de Floyd Mayweather. Quiero divertirme. Yo soy un entretenimiento. Entretengo, eso es lo que mejor hago. Quiero divertirme. Francis Ngannou estuvo aquí hoy, está en mi lista de éxitos en una pelea de exhibición. Como quiera: en una jaula, en un ring de boxeo, guantes de boxeo, guantes de UFC, podemos hacer que suceda. Creo que todo el mundo quiere verlo. Él es un monstruo de un tipo. Yo soy un monstruo. Así que será un choque de titanes seguro«.
Fury vs. Ngannou podría ser una de las mayores peleas de peso pesado en la historia de los deportes de combate y, obviamente, ambos atletas están a bordo. El combate propuesto tendría que esperar al menos hasta 2023, no solo por la situación del contrato de Ngannou con la UFC, sino por una operación de LCA en marzo que mantendrá al campeón al margen durante el resto del año.
En lo que respecta al boxeo, Fury no tiene ningún deseo de seguir volviendo para enfrentarse al siguiente mejor, por lo que restó importancia a una pregunta sobre la retención de sus títulos para posiblemente enfrentarse al ganador en la revancha prevista entre Anthony Joshua y Oleksandr Usyk.
«Estoy contento con mis decisiones«, dijo Fury. «Me voy a casa con mi mujer, mis hijos. He pasado mucho tiempo en la carretera. He estado fuera mucho tiempo. He cumplido todo lo que quería cumplir. Me voy a retirar como el segundo peso pesado de la historia, después de Rocky Marciano, que se retira invicto».