Lo que la «Loba» Muñoz la noche del 2 de julio fue uno de los ejemplos más claros de contundencia y efectividad.
Zulina Muñoz es una de las boxeadoras mexicanas con más nocauts en su récord (28 nocauts en 50 peleas, una derrota y dos empates) debido a que es una mujer que siempre pelea en corto pero que sabe meter distancia para evadir el castigo de sus rivales.
Alguna vez dijo que le llaman «Loba» porque es capaz de acechar a su presa al grado de tenerla en el punto exacto donde tenga la ventaja absoluta para devorarla.
Y justo eso mismo hizo con Vanesa Taborda.
A Vanesa Taborda no se le puede reprochar falta de entrega, ni de valor porque es una rival muy digna. Se ganó la admiración de propios y extraños cuando le puso una sacudida a Mariana Juárez (dos veces) y luego le dio batalla a Yessica «Kika» Chávez en México y por eso se ganó el respeto del público y de los promotores como para hacerla volver a México.
Entonces a la hora de enfrentar a la «Loba», Taborda se enfrentó al reto más grande de su carrera. Su quijada se vio a prueba cuando Zulina la conectó de izquierda en el primer round. Vanesa se desconectó y a la hora de pisar no pudo colocar bien el pie y se fue directo a la lona.
Con la fuerza suficiente para levantarse, la «Negra» continuó con el combate como pudo para sacarse de encima los golpes de Muñoz y sobrevivir el round para replantearse en el descanso.
Zulina por su parte, conectó tantas izquierdas como le dio la mano, a través de la zurda logró granjearse el camino hacia la victoria.
El susto se lo llevó la «Loba» cuando en el segundo round, por un empujó/golpe, se fue a la lona y el réferi lo contó como caída. Muñoz se rió, se levantó, recibió la cuenta y se le echó encima a la argentina nuevamente, le cerró los espacios y la siguió hasta hacerla intercambiar y ahí sacarle puntos (y el aire).
En el tercer episodio se notó nuevamente la supremacía de Muñoz, la caída fue un sobresalto momentáneo que sólo provocó que saliera más sólida y con ganas de pegar más fuerte.
El cuarto fue la coronación de una gesta bien planteada. Zulina tomó distancia, le metió tres zurdas devastadoras con las que aflojó a Taborda y finalmente le metió un golpe zurdo de derecha que mandó a la argentina a la lona.
Dentro de su desconcierto, Vanesa logró meter las manos para no irse de cara directo contra el suelo, logró girar el cuerpo y caer de espalda entre los pies de Muñoz, quien sólo se alejó en espera de que el réferi diera la señal.
Y no tardó, al tiempo que el réferi hizo la seña de que Taborda no iba más, la esquina de la argentina arrojó la toalla y Zulina brincó del gusto. Se acercó a las cuerdas a saludar a quienes estaba a las orillas y desde el ring saludó a las personas que fueron a verla a la pelea.
