Si se saliera con la suya, Leon Edwards probablemente preferiría olvidar que 2020 sucedió. Originalmente programado para competir en un evento principal en su país de origen, Inglaterra, contra el ex campeón de peso welter Tyron Woodley en marzo pasado, Edwards, en cambio, vio una pandemia global acabar con esa cartelera y casi todas las demás oportunidades que tuvo el resto del año.
Incluso cuando finalmente reservó una pelea contra la estrella en ascenso Khamzat Chimaev en diciembre, Edwards sufrió los efectos nocivos de una batalla personal con COVID-19 que lo obligó a cancelar la pelea. Lamentablemente, los planes de Edwards de regresar a principios de 2021 también se frustraron después de que Chimaev contrajera el coronavirus.
Un tercer intento de reservar la pelea en marzo también fue descartado porque Chimaev todavía sufría los efectos persistentes de la enfermedad respiratoria. Eso desencadenó una loca lucha para encontrar a Edwards un nuevo oponente después de que le dejó en claro a UFC que había terminado de esperar y quería pelear como estaba programado originalmente.
Según las clasificaciones y la disponibilidad, el presidente de UFC, Dana White, dijo que Edwards se enfrentaría al ex retador al título Colby Covington para determinar el próximo contendiente número uno en el peso welter que tenía más sentido. Edwards definitivamente estuvo de acuerdo y cuando UFC llamó con esa oferta, estuvo más que feliz de aceptar.
Edwards dice que Covington teme pelear con él
Desafortunadamente, Covington no se sintió de la misma manera cuando se burló públicamente del enfrentamiento y descartó cualquier posibilidad de que regresara para enfrentar a Edwards el 13 de marzo.
«Lo esperaba. Este hombre ha estado corriendo desde siempre. Cada vez que se menciona mi nombre, corre y pone excusas. No espero nada más de un cobarde. Espero que esta sea la forma en que lo abordará.
“El UFC quería la pelea. Fueron hacia él, vinieron a mí y me dijeron ‘¿pelearías contra Colby?’ Dije si. Fueron hacia él y él simplemente dijo que no. Entonces sospecho que eso es lo que va a hacer. No se puede obligar a un hombre a pelear. Hubiera sido genial tenerlo allí, ponerlo allí para aplastarle la cabeza, pero ahora aquí estamos con Belal Muhammad».
Recién salido de una victoria sobre Dhiego Lima hace solo unas semanas, Muhammad terminó siendo la persona seleccionada para enfrentar a Edwards en su primera pelea desde 2019.
Si bien le hubiera encantado la oportunidad de asegurar una victoria sobre otro oponente clasificado entre los cinco primeros, Edwards aceptó la pelea con Muhammad para demostrarle al UFC que estaba dispuesto a hacer lo que Covington no haría y enfrentar a quienquiera que la promoción le arrojara.
«Estoy seguro de que estoy dispuesto a pelear con cualquiera. Khamzat, por ejemplo, no tengo ninguna razón para pelear con él. Es un chico nuevo en UFC. Prometedor. No necesitaba pelear con él, pero di un paso al frente y estaba dispuesto a pelear con él. Ahora Belal Muhammad. Yo tampoco necesitaba pelear con él. Podría haber esperado y esperado a uno de estos mejores chicos. No estoy en el juego de la espera. Soy un hombre joven y necesito estar activo«.
“Así que sí, creo que todo esto muestra al UFC que estoy dispuesto a competir, dispuesto a pelear con cualquiera de estos muchachos. No importa quién sea el primero o el siguiente. Si creo que soy el número uno, ¿a quién le importa una mierda quién sea el siguiente? Eso es realmente. Demostrarle al UFC que estoy dispuesto a ir y, con suerte, ponerme en los buenos libros y llevarme a donde quiero llegar«.
Edwards espera que una victoria sobre Muhammad el sábado por la noche, que sería su novena victoria consecutiva en general, lo impulse a la contienda por el título y pueda superar cualquier otra oferta que involucre oponentes de menor rango.