Como lo informamos hace algunos días, 53 ex luchadores de WWE presentaron una demanda conjunta por “ocultar los efectos a largo plazo de las lesiones neurológicas después de años de golpes dentro y fuera del ring”.
El abogado principal de los demandados, Konstantine Kyros, durante años ha tratado de convencer a ex luchadores para presentar demandas conjuntas, mismas que hasta la fecha han sido desestimadas por los jueces debido a las múltiples inconsistencias.
No se necesita ser un experto para saber lo desacertada que es esta demanda, pues los luchadores eligen esta profesión sabiendo de los riesgos, y es difícil ver casos de atletas que hayan hecho toda su carrera en WWE. Además, la mayoría de ellos trabajaron con la compañía antes del incidente de Chris Benoit, en 2007, cuando comenzaron a conocerse los peligros de las conmociones cerebrales.
En la más reciente edición del boletín Wrestling Observer, Dave Meltzer abunda:
“Uno de los luchadores en la lista, Don Leo Heaton, mejor conocido como Don Leo Jonathan, luchó por última vez en la compañía en 1974, habiendo trabajado por menos de un año en una carrera de 30 años. La demanda asegura que Heaton, de 84 años, ya no puede caminar”.
En el caso de Chavo Guerrero Jr., él sí trabajó para WWE después de 2007, pero:
“Guerrero continúa luchando, y hay que hacer notar que ahora es un agente en Lucha Underground, y ha hecho sillazos en la cabeza en esa promoción, además de haber sido agente en luchas que han incluido sillazos en la cabeza”.
Los únicos en la lista que trabajaron la mayor parte de sus carreras en WWE son Sylvain Grenier, Marc Copani, Jon Heindenreich y Bobbi Billard. Éste último estuvo bajo contrato por un breve tiempo mientras entrenaba en Ohio Valley Wrestling (entonces territorio de desarrollo), y se retiró tras lesionarse el cuello.
“También es notable que algunos de los demandantes, los ex réferis Dave y Earl Hebner, y el ex manager Ken Johnson (Slick) ni siquiera trabajaron como luchadores. Dave Hebner refereó, pero la mayor parte de su tiempo en la compañía fue como agente”.
Sobre Jimmy Snuka:
“El nombre de Snuka es el más interesante, debido a todo lo que influyó McMahon para evitar que la investigación en la muerte de Nancy Argentino en 1983 avanzara”.
https://superluchas.com/2015/09/01/la-historia-de-jimmy-snuka-y-nancy-argentino-ha-sido-resuelto-un-misterio-de-tres-decadas/
Otro caso curioso es el de Mark Jindrak, quien desde hace años vive en México, luchando para el CMLL como Marco Corleone:
“Jindrak asegura que las condiciones de trabajo y los estándares de salud y seguridad en México son muy superiores a los de WWE, lo cual es algo que encuentro imposible de tomar en serio”.
Jindrak bien pudo haber alegado demencia por haber luchado en WWE, pues nadie le va a creer lo que afirma. En la Arena México sí hay ambulancia a la puerta, pero en prácticamente ningún otro lugar donde sean enviados a trabajar se asegura ningún estándar. Puede no existir protección abajo del ring, puede no haber médico, elementos de seguridad, baños con regadera, etcétera. La única empresa que mantiene un nivel en todas las funciones es la WWE.
“No se pone en duda que, en el pasado, el tratamiento de la WWE hacia los luchadores en cuestiones de salud no fue el mejor, además de que la presión para volver pronto de las lesiones fue muy alta, y durante esa era, la mayoría trabajaba por debajo de esas condiciones. Se puede argumentar que debido a que los problemas cerebrales pueden manifestarse décadas después de que las carreras terminaron, el estatus de prescripción por daños puede no ser justo. Ese puede ser el argumento. Sin embargo, existe el problema de que la mayoría de esos luchadores, muchos de los cuales están pagando un terrible precio en la actualidad, trabajaron la mayor parte de sus carreras para otras compañías”.