«Esta es una columna de opinión, lo expresado aquí es responsabilidad del autor y no representa la idea del medio en el cual está publicado.»
Han pasado 365 días desde que la catedral de la lucha libre en San Luis Potosí dio su ultima palmada, el 7 de diciembre del año 2014, se hizo oficial la ultima función que se realizaría en la arena coliseo, la cual estaba en las instalaciones del Casino del STIC, el cual fue vendido en su totalidad.
La Arena Coliseo se fue y con ella una gran parte del corazón de la lucha libre local; en San Luis Potosí no tenia comparación, ya que ese era un inmueble realizado y pensado para la lucha libre, no era un auditorio adaptado, no era una bodega donde cupo un ring, era un inmueble verdaderamente hecho para la lucha libre.
Las ultimas funciones de la arena, estuvieron a cargo de la empresa Curros Entretenimiento, al mando de Curro Hernández Jr., el cual ahora dirige la nueva Arena San Luis con un nutrido elenco de elementos ex coliseinos; para en anecdotario queda el hecho de que su padre, Curro Hernández fue el único potosino en el cartel inaugural de la arena que tuvo fecha un 8 de enero de 1958.
Ni agua, ni frio, ni sereno, con esa frase se encabezaba el primer cartel y con ese mismo pronostico climático se despedía la arena coliseo; un lleno espectacular, solamente para el adiós, el cual estuvo plagado de estrellas del presente y del pasado.
Después de esa noche la desbandada de luchadores en San Luis fue impresionantes, surgieron arenas, empresas, hasta corporativos y alianzas, parecía la oportunidad perfecta para retomar el negocio de la lucha libre que dejo la Coliseo, sin embargo, la lucha libre dejo de ser negocio en SLP desde hace mucho tiempo.
La Arena Coliseo no se fue sola, en sus entrañas mas profundas se encontraba el semillero de futuras estrellas del pancracio, Rudy Valentino era quien los entrenaba y después del cierre, el perdió esa fuente de trabajo y a los pocos meses acompañaría a su amada arena coliseo en el descanso eterno.
Al irse la arena, muchos luchadores perdieron actividad, algunos otros se estancaron y en palabras de algunos, ya no hay una gran motivación para luchar; por su parte algunos otros luchadores no han dejado su sueño de ser alguien en este deporte y han intentado por su cuenta seguir vigentes, ya sea cambiando de arena y empresa, siendo independientes o saliendo a otras partes de la república a poner en alto el nombre de San Luis Potosí.
La lucha libre en San Luis Potosí no está muerta, solo está en una renovación, el publico no acaba de digerir la gran perdida, aun no se acostumbran a las demás arenas, a los carteles tan cambiantes y a que no hay un lugar fijo para la lucha libre.
Desde el cierre, las funciones de lucha libre se han disparado, hay 3 los sábados y 3 los domingos, son 6 funciones durante el fin de semana, es una proeza casi imposible que las tres se llenen de aficionados, que aunque se ha demostrado que en funciones de AAA en el Domo y en el Auditorio Miguel Barrágan los llenos son impresionantes y que incluso gente se queda fuera, hay que ser realistas, mas de la mitad que asisten son Villamelones que solo consumen lo que vende la televisión o en este caso el nombre de Rey Mysterio Jr. y Alberto El Patrón; son personas que nunca han asistido a una arena local y rara vez saben de la existencia de luchadores locales o por lo menos, como se llaman.
No es que el nivel del luchador local haya disminuido, cabe recordar que no hace mucho tiempo en la Arena Coliseo, cada domingo, elementos del CMLL venia a SLP alternando o en contra de elementos locales y casi siempre los locales se llevaban buenos comentarios de las estrellas del CMLL.
Esas estrellas siguen viniendo, pero una vez al mes o dos meses, y no es que no quieran venir, la inversión para los promotores a veces no es tan redituable como para traer estrellas de calidad a San Luis.
La lucha libre potosina está necesitada de un nuevo ídolo, ya que desde los tiempos del Rayo de Plata, Juan Padrón Luna, no ha habido otro luchador con el impacto mediático que este tuvo en la afición de San Luis; ha habido estrellas, grandes luchadores que llenaban la arena coliseo e incluso el auditorio Miguel Barrágan cuando se llegaron a realizar ahí funciones con solo elementos locales, Conde Bartok, Centella Inca, Kukuxklán, Demencia, Apolo Star, Maniaco, Coyote Azul, por citar algunos, ya que fueron muchos los ídolos que pusieron en alto la lucha local.
Pero aun así, la gente necesita nuevos ídolos, nuevas atracciones para los nuevos aficionados, la lucha libre está evolucionando y San Luis no se puede quedar atrás, la lucha local está en esa transición, de encontrar a ese luchador y ese recinto que haga que la gente regrese a las arenas, que haga que hasta incluso los medios de comunicación vuelvan a cubrir los eventos con convicción, no por obligación.
La Arena Coliseo se fue y aunque ha habido intención de regresarla o incluso bautizar recintos con el mismo nombre, nada ni nadie podrá reemplazar al coloso de la Pedro Moreno.
Solo queda esperar y desear que la lucha libre en San Luis Potosí renazca como el ave fénix y que este estado vuelva a ser un gran referente en México de una gran cuna de luchadores.