De manera sorpresiva, después de la primera lucha de Night of Champions, fue proyectado un video promocional del siguiente PPV, Hell in a Cell –que se celebrará el 25 de agosto en el Staples Center de Los Angeles, California—, anunciando el combate estelar entre Undertaker y Brock Lesnar, el cual se esperaba para WrestleMania 32. Sin embargo, la decisión que se tomó fue adelantar el encuentro, que será en la jaula infernal (sería su segunda lucha en esta modalidad).
Dave Meltzer, en la más reciente edición del boletín Wrestling Observer, comentó sobre el asunto:
“Se esperaba, y de hecho estaba en papel, que Undertaker vs. Lesnar sería uno de los combates estelares de la WrestleMania del próximo año. Lesnar tiene un contrato único con fechas limitadas, y todas esas fechas se le dan con anticipación para permitirle acomodar sus planes. Además, son cuidadosamente pensadas, porque debe estar en una posición efectiva debido al dinero que le están pagando. Originalmente, la única fecha de Lesnar en octubre sería el día 3 en el Madison Square Garden, que será un especial en vivo para el Network”.
De acuerdo a Meltzer, la razón NO es (como se ha rumorado) porque los números del WWE Network estén a la baja, pues de ser ese el caso hubiera programado el match para Night of Champions, debido a que el informe a los accionistas contendrá números hasta finales de septiembre. Y agrega:
“La razón es que Vince McMahon siente que es tiempo de terminar el programa Undertaker-Lesnar y moverse en nuevas direcciones para ambos personajes, así que hay mejores ideas en la mesa que un tercer combate o esto no tendría sentido.
“Hell in a Cell está planeada como la lucha final entre los dos, y ambos enfrentarán a oponentes distintos en WrestleMania. Vince McMahon siente que, con lo grande que pareció ser el encuentro de SummerSlam, no había que esperar tanto para el final hasta WrestleMania. Lo que quiere decir que WrestleMania se vuelve más intrigante”.