La memorable guerra de Dan Hooker con Dustin Poirier fue una gran experiencia de aprendizaje.
Hooker (23-12 MMA, 13-8 UFC) fue superado por Poirier en un combate de cinco asaltos en junio de 2020. Hooker ganó las dos primeras rondas, pero «The Diamond» fue capaz de dar vuelta las cosas e infligir graves daños a Hooker, lo que resultó en un viaje al hospital.
Tras su revés ante Poirier, Hooker perdería tres de sus siguientes cuatro combates. Sin embargo, «El verdugo» ha vuelto a encontrar su ritmo gracias a sus victorias consecutivas sobre Claudio Puelles y Jalin Turner.
«Le golpeé (a Poirier) con el fregadero de la cocina, y luego él simplemente lo superó», declaró Hooker a Combat TV. «Salió en el siguiente asalto y te quedaste mirándole, no le importó lo más mínimo, frío como una lechuga. Las cosas que aprendí en esa pelea me han ayudado a ganar mis dos últimos combates. Me quedé callado, pero él (Puelles) me fracturó la rodilla, me destrozó la rodilla. Pero lo mismo, no me preocupé. Sin dejarme llevar por el pánico y cosas así».
La victoria más reciente de Hooker se produjo contra Turner en otro combate de ida y vuelta en el UFC 290 el pasado mes de julio. Fue un comienzo duro para Hooker, que perdió el primer asalto, antes de recuperarse en los dos asaltos finales. Las cosas le salieron al revés que en el combate contra Poirier, del que sacó experiencia.
«Es lo mismo cuando peleo contra Turner», continuó Hooker. «Me golpea, me sacude y me da patadas en la cabeza, y yo mantengo la calma. Le miré y pensé: ‘Está entrando en pánico’. Me está dando una paliza y es él el que tiene un ataque de pánico. Yo estaba como, ‘Relájate, hermano.’ Pero sí, viene de la experiencia.
«Si nunca hubiera tenido ese pastel de humildad de Dustin Poirier, entonces no sería el luchador que soy hoy«.