Kayla Harrison ha aprendido mucho desde que comenzó a entrenar en el American Top Team, pero quizás el consejo más valioso que recibió provino del dueño del gimnasio en lugar de uno de sus entrenadores.
Como dos veces medallista de oro olímpica en judo, la nativa de Ohio hizo la transición a las artes marciales mixtas con un conjunto de habilidades increíbles para desarrollar, pero también entendió que sus raíces de lucha siempre serían el arma más peligrosa de su arsenal.
Entonces, incluso cuando aprendió cómo convertirse en una mejor delantera de los entrenadores y compañeros de equipo de clase mundial que la rodeaban, Harrison nunca olvidó lo que el fundador del equipo, Dan Lambert, le dijo una vez.
“Obviamente estoy trabajando en mis habilidades. Estoy trabajando para convertirme en una mejor pegadora. Estoy trabajando para mejorar en todas estas áreas del juego de pelea«.
“Pero un consejo que me dio Dan Lambert y que hemos visto una y otra vez: lo peor que puede hacer un peleador es enamorarse del golpe. Es lo peor «.
Si bien convertirse en un verdadero artista marcial mixto implica agregar diferentes herramientas como saber cómo lanzar un golpe efectivo o la mejor manera de lanzar una patada en la cabeza, Harrison sabe que, en última instancia, su lucha será mejor que prácticamente cualquier oponente que se enfrente a él. ella en la jaula.
Aprendió una buena lección
Ella ha visto de primera mano lo que sucede cuando un gran luchador o un luchador sofocante se enamora repentinamente de golpear. De hecho, Harrison fue testigo de un ejemplo brillante con un ex compañero de equipo cuando un título de UFC estaba en juego.
«Una cosa que realmente me llamó la atención en la pelea Colby Covington– Kamaru Usman fue que siento que Colby no peleó en absoluto. Sé que Usman es un gran peleador, también es un gran peleador, pero creo que su pelea con Robbie Lawler fue la primera en darle el primer golpe y tuvo el conteo de golpes más alto o lo que sea de cualquier pelea, creo eso hizo que se enamorara un poco del golpe y pensara que simplemente me voy a poner de pie e intercambiar. Mientras que en todas las demás peleas antes de esa pelea, él atacaba a la gente al agarrarlos y los agotaba al romper su voluntad».
“Fue como una gran lección para mí ver que eso le sucediera a alguien, que en ese momento estaba en nuestro gimnasio. Soy como si no quisiera hacer eso. No quiero enamorarme de los golpes. Quiero ganar.»
Es por eso que a pesar de todo el trabajo que está haciendo en el gimnasio para convertirse en la mejor luchadora del planeta, Harrison nunca olvidará sus raíces.
De hecho, Harrison está feliz de presentar su plan de juego a todos y cada uno de los oponentes que enfrentará en la próxima temporada de la PFL o cualquier pelea futura que se agregará a su currículum.
«El plan de juego no cambia para nadie. No me ves cambiando mi estilo para pelear contra una persona o contra otra. Creo que eso es lo que lo hace tan grandioso y lo hace tan emocionante de una manera que todos saben lo que voy a hacer, pero buena suerte tratando de detenerlo «.