Si algo necesitaba Mariana Juárez era sacarse la mala imagen que dejó tras su anterior pelea con Vanesa Taborda. No sólo perdió, sino que mencionó que había ganado. Si bien no es su culpa que los jueces la favorecieran, la cosa de no reconocer lo que hizo mal en el ring fue lo que dejó molestos a muchos aficionados.
Pues el Consejo Mundial de Boxeo determinó la revancha inmediata y la suspensión de los jueces por la mala actuación que tuvieron esa noche, porque si alguien falló, fue cada una de las personas que dieron un puntaje que no era.
Pues bien, Taborda llegó a México presumiendo haber hecho la mejor preparación de su vida y que buscaría el nocaut. Mariana mencionó que había hecho lo propio y que esta vez saldría con la mano en alto de manera legítima.
La historia de la pelea ya en forma fue similar a la primera. Vanesa yendo al ataque desde el incio, en el terreno corto y principalmente metiendo golpes curvos al cuerpo de Mariana. Juárez buscó meterle distancia para poder lanzar jabs y lastimarla desde lejos.
Aunque Taborda no permitió que eso sucediera tantas veces porque en muy pocas ocasiones Mariana sí pudo conectar de lleno a la «Negra». Sin embargo, Taborda no cejó en su intento de impactar en corto para sacar de ritmo a la mexicana.
Acaso su técnica con la cabeza gacha le daba problemas y provocó que le entraran algunos golpes en la nuca, pero recibió otros tantos aun con la cabeza arriba sin que el réferi llamara la atención de Mariana por eso. También soltó algunos golpes bajos que no notó el oficial sobre la lona.
Las tarjetas de los primeros cuatro rounds daban como ganadora a Vanesa, pero para el segundo corte después del octavo, dos jueces vieron empate y uno daba a Taborda el triunfo.
Lo malo no fue cómo las tarjetas se cerraron para determinar empate. Lo malo fueron las acciones después de que se dio ese fallo.
Resulta ser que Mariana Juárez dio un monólogo de cómo ella esa noche no había perdido, de cómo Vanesa debía reconocer que esa noche no había ganado (o empatado). Además le regaló el cinturón porque considera que Vanesa lo había ganado por su esfuerzo, pero no porque hubiera boxeado mejor. «Llévatelo para tus hijos» le dijo Juárez a Taborda. También mencionó como le había dado vergüenza su actuación en la primera pelea y de que hay muchas campeonas del CMB que no merecen los cinturones.
Posterior a eso, en entrevista, comentó que ella quiere pelear por el cinto absoluto pero que la ignoran como la retadora número uno, aunque menciona que seguirá peleando a ver si consigue la oportunidad.
Lo cierto es que Mariana se contradice porque ella misma no aceptó que había peleado mal en el primer combate con Taborda, inmediatamente después de bajar del ring mencionó que había ganado ante los cuestionamientos de los entrevistadores. Mencionó hasta después que no le había gustado su presentación, mucho después.
Tampoco es totalmente cierto que no es clasificada número uno, porque cuando el CMB publicó en su portal que estaba designada como mandatoria su pelea contra Zulina Muñoz, la monarca mundial absoluta (y todo lo que se pueda agregar para avalarla como la principal) del peso súper mosca, Mariana tomó otra pelea.
Pues así las cosas con la revancha que no fue más que una copia de la batalla anterior.