Durante su carrera competitiva, Jon Moxley no se ha cerrado a ningún tipo de modalidad, especialmente si hablamos de combates extremos. Pero más allá de esa faceta, bajo su etapa como Superestrella de WWE, las escaleras jugaron un papel muy significativo.
Porque la mejor rivalidad que el entonces Dean Ambrose tuvo allí, contra Seth Rollins, alcanzó su culmen por medio de tales objetos, que sirvieron de telón de fondo del excelente duelo que ambos protagonizaron en Money in the Bank 2015 por el Campeonato Mundial de Peso Completo WWE.
Y yendo hacia delante, en la entrega del año siguiente de ese mismo PPV, Ambrose vio su momento de mayor gloria sobre suelo McMahon, cuando gracias a salir vencedor del combate de escaleras Money in the Bank, minutos después pudo canjear su maletín para coronarse máximo monarca por primera y única vez.
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El pasado mes, ya como «All Elite», Moxley se reencontró con esta estipulación en el episodio de Dynamite del 6 de octubre, donde compitió contra otros seis luchadores por una oportunidad titular en forma de ficha de casino. Y ante los micrófonos de la Wrestling Observer Radio, «Mox» asegura que fue su última vez con escaleras de por medio.
«Juro por Dios que en mi vida volveré a hacer más luchas de escaleras. Odio las luchas de escaleras. No soy bueno en luchas de escaleras. No son lo mío. Las odio. Creo que las escaleras me han quitado más años de mi vida… te fastidian. Los fans realmente no ven todos esos golpes en las escaleras, no creo que de verdad aprecien cómo fastidian a la gente. Astillas en los codos, te jod** la espalda. No quiero más rollos con las escaleras. Mi postura era, ‘no hago cosas con escaleras’. Yo hago otro tipo de mier***. Las escaleras no son lo mío. Decía, ‘no voy a hacer otro combate de escaleras’. No soy lo que se dice un luchador aéreo. No hay razón para que suba una escalera. ¿Y luego que cara** hago? ¿Tirarme? ¿Por qué motivo? Dije que las luchas de escaleras se habían acabado para mí. Juré que nunca haría más.
«Hasta que Tony [Khan] programó ese combate de escaleras. Estamos hablando y dice, ‘necesito a estrellas en este combate. Por esta razón tienes que estar aquí’. Y yo pensando, ‘hijo de pu**’. Intenté poner todas las excusas posibles. Al final, él es el jefe, es quien me paga, así que doy lo mejor de mí, estoy en el equipo».