La hoy ya ex Superestrella WWE, John Morrison, por fin ha roto el silencio acerca de su reciente despido de WWE. Y a diferencia de su esposa, Taya Valkyrie, quien ha venido estallando en redes sociales por su despido, Morrison se mostró agradecido por su etapa en la compañía.
Y también aseguró que está feliz por el próximo capítulo de su vida, aunque eso sí, reprendió a la empresa y al Director de Relaciones con el Talento, John Laurinaitis, por no desearle, así fuera hipócritamente, lo mejor en sus futuros proyectos.
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► John Morrison busca su futuro fuera de WWE
«Quiero que todos sepan lo agradecido que estoy por el apoyo que me brindaron durante esta pasada etapa con WWE. También quiero que sepan que, de hecho, recibí una llamada telefónica de John Laurinaitis en la que me dijo que WWE ya no requería mis servicios como talento. Ni siquiera me desearon la mejor de las suertes en mis futuros proyectos.
«Quiero decir… Si me van a despedir, al menos díganme su principal eslogan, ¿verdad? No sé si esto es algo que se pega a la gente de la lucha libre profesional o algo que le sucede a la gente cuando lleva bastante tiempo en el negocio, pero mi mente siempre busca formas de atraer a la multitud, incluso a costo propio.
«La idea de hacerte quedar mal para hacer que otra persona se vea bien, es algo extraño. Pero, para mí, es una parte muy importante de lo que hago. Y es un concepto extraño para mucha gente. Creo que es por eso que esta etapa pasada con WWE significó tanto para mí. Ya saben, vi y hablé con gente que no había visto en 10 años.
«La oportunidad de volver a conectar con viejos amigos, hacer nuevos amigos… Trabajé con algunas de las mejores personas de producción en el negocio y algunos de los mejores luchadores profesionales en el negocio. Todo fue nostálgico. Me trajo de vuelta a como me sentía cuando era nuevo en el negocio. Siempre estuve tan nervioso.
«Quería hacer todo bien, así que haría cosas como llegar a la arena súper temprano todo el tiempo, lo que en realidad solo me hacía estar nervioso por más tiempo. Pero hubo una vez en particular, recuerdo que estaba parado allí en el ring horas antes de que abrieran las puertas, mirando todos los asientos vacíos, pensando que en un par de horas ese ligar iba a estar lleno de gente que iba a estar mirándome y esperando que hiciera cosas en el ring.
«Tengo que mejorar en algunas cosas. Y creo que quizá lo más importante que aprendí durante mi primera etapa con WWE es que la acción en el ring no es algo por lo que la gente va a ver la lucha libre. Son las historias. Nosotros somos narradores de historias.
«Ahora, resulta que soy un narrador de historias que se enorgullece de poder hacer cambios, personajes, movimientos, patadas, pero todo eso solo son herramientas, como las movidas, las sogas, el sonido del micrófono… solo son herramientas utilizadas por aquellos que practican el arte de la lucha libre profesional para contar historias. Y lo mejor de ser un narrador de historias es que cuando termina un capítulo, comienza otro».
