El pasado 8 de octubre de 2014, un viejo conocido regresó a los planos mundiales cuando nadie esperaba que volviera. Jermain Taylor derrotó a Sam Soliman y se convirtió en campeón de peso medio por la Federación Internacional de Boxeo.
Sin embargo, sus problemas legales (y aparentemente mentales) han provocado disgusto ante la directiva de la FIB, debido a que ha faltado al código de honor de obligaciones como campeón. Antes de la pelea con Soliman, Taylor se vio involucrado en un tiroteo, donde su primo resultó lesionado.
Luego le lanzó un ladrillo a una mujer, pero Taylor se escudó en que actuó en defensa propia. Finalmente, en el desfile en memoria de Martin Luther King, amenazó a una familia con un arma y causó lesiones al padre de la misma, lo cual provocó que la revocación de su libertad bajo caución, por lo que debió regresar a prisión, lo cual hizo de manera voluntaria el pasado 21 de enero. Además, el juzgado le ordenó una revisión neurológica, pues por sus acciones, lo consideran peligroso para él mismo y otras personas.
De este modo, Taylor fue despojado de su título, tal como lo informó Lindsay Tucker, integrante de la mesa directiva de la FIB. -Hemos dejado vacante el título. Iniciaremos la búsqueda de retadores para llenar ese espacio.- mencionó Tucker.
Según la lista de clasificaciones, N’Dam N’Jikam es el retador número uno al título. El lugar dos está vacío y en el tercer sitio está Felix Sturm, dueño del cinturón medio antes de Sam Soliman. Por tanto, el enfrentamiento lógico y ordenado por la FIB para determinar al siguiente campeón medio será el de N’Jikam contra Sturm.
-El equipo de Sturm ya fue notificado y estamos esperando su respuesta. Si él acepta, ordenaremos la pelea para que ambos campamentos negocien los términos del encuentro. Si no acepta, seguiremos buscando un retador en la clasificación.- detalló Tucker.