El lunes 12 de enero, Jake Shields tuvo una audiencia ante la Comisión Atlética de Nevada para que se le renovara su licencia de peleador. Resulta que una vez cumplidos los 35 años, quienes practican deportes de contacto debe acudir a renovar su licencia. El sábado 17 se le programó una pelea contra Brian Foster en World Series of Fighting 17 y necesita el documento.
Uno de los requisitos principales para recibir el permiso es presentar sus reportes médicos.
Entre ellos, los que se tomaron para la pelea contra Ed Herman en UFC 150, en agosto de 2012. Ese combate fue ganado por Shields, pero lo cambiaron a «sin decisión» porque dio positivo a alguna sustancia prohibida, que no fue revelada por la Comisión de Boxeo de Colorado, donde se realizó el combate. Shields cumplió 6 meses de suspensión y no habló al respecto hasta esta semana.
Volviendo al tema de la licencia, la Comisión de Nevada le daría la licencia siempre y cuando llevara sus informes completos. Así que Shields admitió el uso de duiréticos para hacer el último corte de peso para la pelea contra Herman. Según Shields, el diurético se lo dio una persona que no conocía muy bien (y al parecer tampoco supo lo que le daba).
La Comisión Atlética de Nevada le preguntó a Shields cómo podría asegurarles que no cometería la misma falta para su combate contra Foster. Shields fue sincero y comentó que no tenía un listado de las sustancias prohibidas por la comisión, para no cometer el mismo error, pues desconocía que los diuréticos estuvieran prohibidos en Colorado.
-No soy un peleador sucio, tendré más cuidado la próxima vez.- mencionó Shields