Naoya Inoue despidió 2015 como despidió 2014, peleando.
El 30 de diciembre de 2014, Inoue se enfrentó al veterano argentino Omar Narváez, en ese entonces campeón de peso súper mosca de la Organización Mundial de Boxeo.
Esa pelea sucedió en Japón y como si le hubieran pedido a Inoue que acabara con su rival de forma fulminante para evitar las habladurías de favoritismo que siempre se hacen presentes en peleas titulares de japoneses en su tierra, pues le colocó un tremendo nocaut al argentino en el segundo round de la pelea.
Pues este 29 de diciembre, regresó de una larga ausencia producida por una lesión en la mano, Naoya Inoue hizo la primera defensa del título que le arrebató a Narváez un año atrás.
El rival fue el filipino Warlito Parrenas (24-7-1), quien a pesar de que trató de hacerle frente al «Monstruo» terminó sucumbiendo como todos los rivales a los que el japonés ha enfrentado.
Inoue le midió bien la distancia y aunque recibió algunos impactos, fue capaz de absorberlo, pues peleó hacia atrás de manera efectiva. Se sacudió lo poco que le llegó y fue muy preciso al ir para adelante. Además, supo rebotar bien en las cuerdas para no encerrarse no arriesgarse a alguna sorpresa de parte de Parrenas. Las derechas de Inoue le entraron como humedad al filipino hasta que un voladito con esa mano le entró a la cara y lo mandó a la lona.
El réferi le dio cuenta de protección a Parrenas, el filipino se levantó, pero sólo para recibir más castigo del «Monstruo».
Inoue no tardó tanto en soltarle más golpes que le hicieron volver a la lona de manera definitiva. Cayó y el réferi detuvo el combate en esa ocasión, para evitar daño innecesario en Parrenas.
Un año de inactividad no le hizo mella a Inoue y lució muy bien, rápido y fuerte, listo para nuevos retos de mayor dificultad. Algunos ven atractiva una tentativa pelea entre el japonés y el nicaragüense Román González, aun cuando no están en la misma división (que tampoco es demasiada diferencia) se antoja para ser un gran combate.
Por lo pronto Inoue está de vuelta en el juego, contundente y en espera de mejores retos.