En noviembre de 1998, Hulk Hogan anunció en el programa de Jay Leno que se retiraba de la lucha libre y se prepararía para contender por la presidencia de los Estados Unidos. En ese momento no sonó tan increíblemente descabellado como ahora podrían imaginarse, y dado que Jesse “The Body” Ventura, un luchador similar a Hogan, pero mucho menos famoso, acababa de ganar la gubernatura de Minnesota, ¿por qué no iba a Hogan poder contender por el premio mayor?
En su momento, el hecho recibió cobertura de las grandes cadenas televisivas, y hasta se celebró una conferencia de prensa para darle al hecho la mayor seriedad posible. En México, la noticia fue dada a conocer por SÚPER LUCHAS:
Claro que todo era parte de un ángulo, porque el 4 de enero siguiente Hogan apareció en Nitro y le ganó el Campeonato Mundial de Peso Completo WCW a Kevin Nash golpeándolo con un dedo y reformando la nWo. Una semana antes, en Starrcade, Nash le había ganado el cinturón al hasta entonces invicto Bill Goldberg , y todo fue tan irritante, que ese incidente (el “fingerpoke of doom”, le dicen) se considera el punto de no retorno en el derrumbe de la WCW.
17 años después, Hogan sigue envuelto en polémicas. Fue despedido de WWE por comentarios racistas y ha pasado meses tratando de convencer a las personas que no es racista. Sin embargo, el sitio TMZ logró sacarle unas palabras a Hogan que podrían indicar lo contrario.
Primero, preguntas sobre WWE, donde Hogan dijo no sentirse enfadado hacia la compañía:
“Brother, WWE es la mejor”.
— ¿No tienes resentimientos?
— Amo a esos chicos. Son mi familia.
— ¿Entonces no hay resentimientos hacia Vince McMahon o la organización?
— Los únicos resentimientos que tendré hacia Vince McMahon serán cuando lo encuentre de nuevo en un ring, en una repetición de WrestleMania XIX.
Al reportero se le prendió el foco, y persiguió a Hogan para preguntarle sobre el tema del momento en los Estados Unidos: Las candidaturas presidenciales:
— Si estuvieras en el ring con los candidatos presidenciales, ¿a quién te gustaría conectarle la guillotina?
— ¿Con los candidatos presidenciales?
— Sí.
— ¿En el ring?
— Sí.
— No quiero estar en el ring con ningún candidato, quiero ser el compañero de fórmula de Trump… ¿Escuchaste eso? ¡Vicepresidente Hogan!
Esta declaración, sin duda, significará la antipatía de los aficionados latinos hacia Hulk Hogan, como ya se vio con el actor Charlie Sheen, otro que también quiere ser vicepresidente con el polémico Donald Trump. Y Trump, dicho sea de paso, siempre se mantuvo cerca de WWE en los ochentas e incluso dijo en 1998 que donaría dinero para la supuesta campaña de Hogan.
Quizá Brooke Hogan vuelva a salir en defensa de su papá aclarando que él no apoya a Trump y repitiendo lo que ya dijo, pero que también suena adecuado: «Cuando estás en el más bajo punto de tu vida, simplemente eliges las peores palabras que se te ocurran para sentirte liberado”.