Este es un artículo que representa la opinión de su autor y no necesariamente corresponde al pensamiento editorial de Súper Luchas.
Tal cual como en Rocky IV, se vuelve a revivir la rivalidad de la Guerra Fría. Estados Unidos y Rusia vuelven a enfrentarse. Pero esta vez, en el escenario luchístico más grande de todos: en Wrestlemania.
Para comparar la película de Sylvester Stallone con la actual rivalidad que sostiene John Cena, quiero recalar en el pleito que el «Hulkster» sostuvo contra The Iron Sheik. Un año antes del estreno de «Rocky», la empresa del buen Vince puso en escena la rivalidad. Casualmente, Estados Unidos e Irán tenían problemas diplomáticos. En ese momento, el «Jeque de Hierro» era el campeón de la WWF y se le mostraba como invencible. El único que podía recapturar el título y “traerlo a casa” era un muchacho rubio, fornido y musculoso: Hulk Hogan. Hogan y Sheik se enfrentaron el 23 de enero de 1984 en el mítico Madison Square Garden. El resultado fue una victoria para Hogan, quien a los tres minutos de la pelea, logro revertir una llave idéntica a la que aplica Rusev actualmente: el «Camel Clutch» o «la de a camello). Como dato de color, Hogan fue el primer luchador que logró escapar de la llave.
Ahora es momento de repasar la trama de una de las películas más “patrióticas” y propagandística del cine estadounidense que protagonizo Stallone en 1985. Un poderoso boxeador amateur ruso llamado Ivan Drago destroza y mata en el ring en una pelea de exhibición a un amigo de Rocky; Apollo Creed. Esto hace reaccionar a Rocky, quien pide una lucha entre ambos. La pelea se realiza en tierras rusas y significó que el boxeador ruso tuviera la ventaja científica y de los mejores entrenadores (incluso a través de esteroides) para aniquilar al norteamericano. Rocky, lejos de casa, se refugió en una cabaña para entrenar de forma natural y alejado de los gimnasios. Luego de una lucha de 12 rounds, Rocky Balboa vence al ruso, confirmando el dominio estadounidense sobre Rusia.
¿Qué pasa ahora? Décadas después del fin de la «Guerra Fría», WWE retoma esta rivalidad histórica para convertirla en un enfrentamiento de lucha libre.
El pleito entre Rusev y John Cena ha tomado dos formas. La primera es en base a los personajes y otra sobre el patriotismo. La rivalidad de los personajes se disputo en Fastlane. Rusev venció a John Cena haciendo trampa, gracias a la distracción de Lana. Históricamente Cena ha sido derrotado por trampas, por lo que en Fastlane, Rusev derrotó a Cena, no a Estados Unidos. La base de la contienda ha sido el patriotismo, pero hasta Fastlane, no fue utilizada.
Camino a Wrestlemania, esto ha cambiado. El patriotismo se ha impuesto. Cena dejo de hablar de sí mismo y su sueño de entrar a Wrestlemania y opto por un discurso “Pro-yanquee”. Habló de que Estados Unidos es la tierra de la libertad y que es el mejor país sobre la tierra. Era claro que en algún momento, la rivalidad pasaría de los personajes (Cena vs Rusev) a ser una de países (Estados Unidos vs Rusia).
Me imagino que muchos se preguntaran ¿Qué va a pasar en Wrestlemania? En lo personal, veremos nuevamente a John Cena imponerse a Rusev, sin título ni invicto. Seguramente se van a preguntar el por qué. Como en la contienda de Hogan y la historia narrada en Rocky IV, Cena vengara a todos los luchadores que cayeron en manos de Rusev. Entre ellos, Big E Langston, Jack Swagger, Mark Henry, Big Show, entre otros. Muchos se abran preguntado por qué Rusev no perdió el invicto mucho antes, por ejemplo, en SumerSlam contra Swagger. Él tenía la suficiente credibilidad como luchador para derrotar al ruso, pero la empresa tomó la decisión de mantener su invicto hasta Wrestlemania. Solo piénselo: en el escenario más grande de todos, en un evento trasmitido a más de 170 países, donde el mundo y toda la prensa mundial posara sus ojos, Estados Unidos volverá a derrotar a Rusia. Ya no importara si Rusev recupera el título en Extreme Rules, porque Wrestlemania es lo que más importa.
Quienes lean esta nota, se preguntaran ¿Por qué Rusev se presta para esto? A esta altura, resulta una obviedad destacar que Rusev es búlgaro, no ruso. Él simplemente cumple su papel. En Rocky IV, el actor que interpretó a Ivan Drago (Dolph Lundgren) es sueco, no ruso. Él también cumplió con el libreto.
Ha habido muchas rivalidades patrióticas, pero la razón principal del desarrollo de esta historia es que WWE nunca encontró a un luchador con tanta credibilidad como Rusev. Se intento algo similar en el 2008 con Koslov, pero él no despertaba tantos abucheos y tenía muy poca habilidad con el micrófono. Por esa razón, Rusev debe estar muy agradecido con la empresa, ya que posee nada más que el título de los Estados Unidos y un invicto impresionante. Haberle cambiando la nacionalidad, hizo a su personaje relevante. Un búlgaro no atrae igual que un ruso.
Actualmente existen tensiones entre Rusia y Estados Unidos, pero no de la magnitud en la época que filmó Rocky IV. Luego de años de búsqueda, WWE al fin encontró un atleta con las condiciones de Rusev para revitalizar una rivalidad que ha sido una deuda histórica de la empresa. A través de “la cara” de la compañía, John Cena vencerá a Rusev y “traerá el título a casa”. Estados Unidos vencerá a Rusia. Y así, la historia se repite.