Román González se apoderó del ring del Foro Inglewood cuando subió a defender el cinturón de peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo ante McWilliams Arroyo.
Arroyo iba por su segunda oportunidad titular, ya había fracasado en Tailandia contra Amnat Ruenroeng. Ahora desafió al peligroso campeón mosca nicaragüense que consideran los que saben, como el mejor boxeador libra por libra, «Chocolatito».
Empresa nada sencilla para el boricua, pues llevaba demasiado tiempo sin pelear y ser retador al cinto luego de una larga ausencia no es como lo más recomendable, sin embargo, esas oportunidades si no se toman se van de paso.
Y buscó llevar la batuta de la pelea, en el inicio del combate buscó las fallas de la defensa de González para capitalizarlas y tratar de llevarse la victoria.
Pero si algo caracteriza a González es que sus errores son escasos y en cuando los comete es lo suficientemente rápido como para corregir al vuelo.
Y eso fue algo contra lo que Arroyo no pudo lidiar, porque a pesar de que buscó pelearle a la par, no se acercó ni por error a la velocidad que manejó Román.
La combinaciones de González dañaron tanto arriba como abajo, marcas en el rostro de eran la muestra del poder del «Chocolatito». Tampoco pudo hacer mucho contra los golpes abajo.
Cerca del cuarto round la pelea parecía llegar a su fin por los excelente golpes que conectó González, pero Arroyo encontró la manera de mantenerse en pie y sobrepasar cada round.
Pero sólo hizo eso Arroyo, sobrellevar los rounds, con múltiples golpes con poco poder que se estrellaban en la guardia del nicaragüense, sin que lograran dañarlo.
Pero González le regresaba el doble de volumen de golpes, con mayor poder y mejor colocados.
Si algún mérito debe dársele a Arroyo es que, desde el «Gallo» Estrada en 2013, es el único boxeador que le ha aguantado los 12 rounds a González sin caer.
Pero esto no se trata de no caer, sino de sumar y esta noche el que sumó fue Román González, que va que vuela a convertirse en un histórico del boxeo.