Tras el gran triunfo de Román González sobre Brian Viloria llegó el momento de Gennady Golovkin y de David Lemieux de apodearse del ring. Una de las peleas más esperadas e importantes del año, de donde saldría un campeón unificado para convertirse en el rey de la montaña de peso medio.
Golovkin con su súper campeonato de la Asociación Mundial de Boxeo y Lemieux con su cinturón de la Federación Internacional de Boxeo, ambos con la clara intención de salir como campeones.
Difícil rival a vencer para Lemieux. Un rival de prueba de fuego para Golovkin.
¿Quién habría de salir con la mano en alto?
Pronto se sabría.
Si algo mostró Golovkin es que tiene paciencia, temple y timing. No se precipita a atacar sin saber primero dónde va a pegar y qué es lo que debe hacer para doblar a su rival. Hace mucho tiempo que Golovkin no llega al final de una pelea y la razón es simple: su poder de golpeo sumado a su frecuencia y colocación, lo convierten en un peleador poderoso.
Lemieux llevó muchas ganas, pero toda la calidad que pudo aportar fue mermada por el jab de Golovkin. Hizo buen trabajo de piernas, se notó que llevaba buena condición para ir por todo el ring. Aire llevaba, lo que no llevó fue una idea de desarmar la estrategia del kazajo.
Lo que más resaltó de lo hecho por Lemieux fue que trataba de llegar la mismo punto, sabiendo que su estrategia no era la adecuada para lastimar a Golovkin. Sí llevaba poder, tanto que inflamó la cara del kazajo, pero en realidad no infligió daño real. Y no por falta de fuerza, sino por falta de puntería, de verdadera estrategia. Mostró corazón al echarse de frente a los ataques de Golovkin, pero o fue capaz de ejecutar combinaciones de tres o cuatro golpes que entraran directos.
A destacar la precisión de los upper cuts de Golovkin, que cimbraron a Lemieux. También Lemieux trató de pegar al cuerpo con tremendos ganchos, pero Golovkin lo mantuvo a raya con jab, todo el tiempo.
La nariz sangrante de Lemieux denotaba el daño. Le impedía respirar bien (y una mala respiración a la larga provoca cansancio) y el sangrado era constante. Hubo que parar unos momentos la pelea para que el médico determinara si era prudente o no que el canadiense siguiera en el combate.
Le permitió continuar, aunque eso no significara que tuviera oportunidad de hacer frente al poder de Golovkin, porque ya había tomado medida del canadiense y era cuestión de momentos para que se acabara el combate, una caída en el quinto round de la contienda producto de un gancho en corto dio la alarma, a Lemieux le habían bajado el tanque a base de jab.
Para el octavo, las ráfagas de Golovkin no encontraron oposición, por lo que tras lo que el réferi consideró falta de respuesta por parte de Lemieux, terminó el combate.
Aunque Lemieux protestó por la detención, la verdad es que no tenía modo de abordar a Golovkin como para apostar por el nocaut.
Así que Golovkin ya tiene dos de los cuatro cinturones más importantes del orbe (AMB y FIB). Dado que el kazajo es campeón interino del CMB, al ganar este combate se ha convertido en el retador oficial del cinturón mediano del consejo, que se disputará entre Miguel Cotto (campeón) y Saúl Álvarez.
Veamos si se concluye la unificación de la división media para «GGG».